El año 2017 fue, sin lugar a duda, el año del ransomware, un tipo de malware que no sólo afecta a sistemas de sobremesa. Cada vez más usuarios de Android ven cómo sus sistemas son vulnerables a las acciones de los ciberdelincuentes que buscan nuevas fuentes de ingresos.
Los empleados son un imán para los hackers, por lo que deben capacitarse regularmente para reconocer adjuntos de correo electrónico maliciosos e intentos de phishing, para evitar hacer clic en correos electrónicos sospechosos y enlaces, y para reportar incidentes de inmediato en la cadena de mando.
El 64% de las organizaciones usaron la inteligencia de amenazas en 2016, frente a más del 80% de este año. Además, el 68% de las organizaciones ahora están "creando o consumiendo datos en torno a las últimas campañas de ciberseguridad", lo que sugiere que están aprovechando la inteligencia de amenazas para anticiparse a los vectores...
Los riesgos de que los hackers tomen el control de los sistemas de dirección y frenado en los automóviles conectados son reales. Panasonic y Trend Micro desarrollarán una solución basada en la tecnología de detección y prevención de intrusiones Panasonic Control Area Network (CAN) y Trend Micro IoT Security.
La plataforma Threat Management and Defense reúne las soluciones Kaspersky Anti-Targeted Attack, Kaspersky EDR y Kaspersky Cybersecurity Services, lo que permite la administración unificada y la automatización de todo el ciclo de gestión de amenazas.
Junto con nuevas funcionalidades en Protection Service for Business (PSB), F-Secure ha anunciado una nueva versión de DeepGuard, que, como principal novedad, incluirá el uso de sus últimas tecnologías de inteligencia artificial y machine learning. Además, presenta Password Manager.
Distribuidas a través de MacUpdate, las versiones modificadas de Firefox, OnyX y Deeper están infectadas con un troyano llamado OSX.CreativeUpdate. Una vez instalado, descarga su componente de minado que secuestra el procesador del Mac para generar criptomonedas.
Los ciberataques se han incrementado un 230% desde 2014, lo que significa que las empresas están pagando un 14% más para detener un problema que en los últimos años ha empeorado un 230%. ¿Tiene sentido?