El malware 'wiper' dirigido a destruir sistemas o datos, el malware sin archivos, botnets y amenazas persistentes avanzadas, convivirán con el ransomware y el malware de criptominería, que seguirán siendo muy populares. La esteganografía también gananá terreno.
El malware está diseñado para infectar aquellos servidores Linux con una interfaz IPMI configurada con la contraseña por defecto o desactivada. Una vez accedían al sistema, los atacantes descargaban y compilaban ccrypt para cifrar todos los ficheros del servidor y pedir un rescate.
Mantenerse por delante de los atacantes y reducir la complejidad en la infraestructura de seguridad de TI son las grandes prioridades para los profesionales de TI y ciberseguridad. En lo que respecta a la gobernancia, la reducción de los riesgos de terceros es la máxima prioridad.
En sus predicciones para el próximo año, Palo Alto Networks prevé un incremento de los ataques de compromiso del email corporativo (BEC), así como más ataques basados en email que utilizan código macro malicioso. También habrá más amenazas dirigidas al minado de criptomonedas.
Le siguen contraseñas como password, 123456789, 12345678 y 12345. SplashData estima que casi el 10% de los usuarios han utilizado al menos una de las 25 peores contraseñas de la lista de este año, y cerca del 3% han usado la peor contraseña, 123456.
El ransomware se ha localizado en más de 630.000 direcciones IP únicas de 194 países diferentes, siendo China, Indonesia y Vietnam los más infectados con WannaCry. En muchos de los PC infectados la infección sigue ejecutándose de forma silenciosa en segundo plano.
En un año, los actores de amenazas casi han duplicado la cantidad de sitios maliciosos que usan certificados SSL para engañar a los internautas. Este repunte se atribuye en gran parte al anuncio de que Google Chrome mostraría como "no seguros" los sitios web sin https.
La primera capacidad de la botnet implica el uso de un escáner tomado del malware Mirai para llegar a direcciones IP aleatorias de dispositivos IoT y abusar de vulnerabilidades conocidas. Para ello se vale de que muchos de estos dispositivos todavía usan sus contraseñas por defecto.
La normativa y las brechas de seguridad de alto perfil han sensibilizado a las empresas. El mayor incremento, cifrado en un 61,7%, se registró en productos de protección y recuperación de datos, si bien el mayor segmento de mercado sigue siendo el de seguridad para endpoints.