Las organizaciones son cada vez más conscientes de la amenaza que representa el ransomware, y han comenzado a implementar controles, como copias de seguridad de datos offline, que les permiten negarse a pagar el rescate y restaurar las operaciones a través de otros medios.
Tres de cada cuatro trabajadores europeos señalan que sus empresas no han tomado medidas para asegurar la conexión a Internet en el hogar o proporcionar protección de software para dispositivos domésticos. Las pymes se enfrentan a más de once ciberataques por dispositivo al día.
La mayoría de problemas de seguridad se deben a la falta de valoración de activos, la escasa comunicación entre departamentos y una deficiente formación y concienciación de los usuarios. 8 de cada 10 organizaciones han sufrido una brecha relacionada con la falta de formación.
Solo el 28% de las organizaciones minoristas objetivo pudieron evitar que sus datos se cifraran. El 92% de los retailers afectados por ransomware dijeron que el ataque afectó su capacidad de operar y el 89% dijo que el ataque causó que su organización perdiera negocios y/o ingresos.