El volumen de credenciales derramadas en 2020 fue de 17 millones. Los ataques de acceso, que incluyen prácticas de relleno de credenciales y phishing, son la principal causa de las infracciones, señala F5, para quien el deficiente almacenamiento de contraseñas sigue siendo un problema.
Ahora los ciberdelincuentes piden un rescate sin haber perpetrado todavía el ataque, llegando a extorsionar a las empresas con desplegarlo si no reciben el pago. Se ha reportado asimismo un aumento del 50% en las fake news a través de Twitter, Facebook, WhatsApp y Telegram.
Aunque 6 de cada 10 responsables de seguridad reconoce que es fundamental validar la efectividad de los controles de seguridad, un 14% lo hace menos de una vez al año, según un estudio de Cymulate. Además, las empresas han ampliado el uso de estas tecnologías sin validación a los empleados que trabajan en remoto.
Más del 17% de todos los vectores de ataque examinados resultaron ser de alto riesgo. Desde ataques DDoS a los sistemas de transporte inteligentes (ITS), que podrían bloquear las comunicaciones, a sistemas de automóviles conectados expuestos y vulnerables, que se descubren fácilmente.