La Guardia Civil desmantela una red tecnológica que facilitaba ciberestafas

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Guardia Civil Mosenik

La operación “Mosenik” ha permitido neutralizar una infraestructura capaz de explotar miles de tarjetas SIM y enviar millones de mensajes y llamadas simultáneamente. El sistema se utilizaba para suplantar a entidades como la Policía Nacional o el Banco de España y captar víctimas en España.

La Guardia Civil ha desmantelado una red tecnológica de gran capacidad empleada para el envío masivo de comunicaciones fraudulentas. El sistema informático industrial permitía explotar miles de tarjetas SIM a la vez y realizar hasta 2,5 millones de mensajes diarios, lo que lo convertía en una herramienta clave para grupos delictivos internacionales.

La investigación comenzó tras varias denuncias en Alicante, donde los afectados recibían llamadas en las que los estafadores se hacían pasar por agentes de la Policía Nacional o empleados del Banco de España para presionarles y obtener datos bancarios o transferencias de alto importe.

En el marco de la operación, se ha detenido a un hombre de 41 años acusado de estafa, usurpación de estado civil, falsedad documental, daños informáticos, blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal. El detenido no solo mantenía activo el sistema, sino que lo vendía como servicio a redes de ciberdelincuentes de todo el mundo.

Los investigadores han constatado que los ciberdelincuentes estudiaban previamente los perfiles de las potenciales víctimas, dirigiendo los mensajes y llamadas hacia colectivos concretos.

 

Infraestructura sofisticada

Los registros realizados en Barcelona permitieron incautar material valorado en 400.000 euros, entre el que destaca un maletín con una SIMBOX transportable que podía operar desde cualquier lugar mediante conexión WiFi o red móvil.

El arsenal tecnológico intervenido incluye 35 SIMBOX industriales equipadas con 865 módems, 852 tarjetas SIM activas, más de 60.000 tarjetas SIM nacionales listas para su uso inmediato, 10.000 tarjetas nuevas, numerosos dispositivos informáticos y dinero en efectivo y criptomonedas. Los números de teléfono remitentes eran cambiados con frecuencia para evitar ser rastreados, y las tarjetas SIM se adquirían en grandes cantidades con identidades falsas.

Dada la magnitud de la infraestructura y el valor del material incautado, se estima que el fraude cometido asciende a varios millones de euros. Entre los delitos más frecuentes se encuentran cargos fraudulentos con tarjetas bancarias y otros medios de pago electrónico sin autorización del titular.

La operación fue desarrollada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Alicante, el Equipo de Investigación Tecnológica de Barcelona y la Unidad de Seguridad Ciudadana de Tarragona, bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 1 de Novelda. La Guardia Civil continúa analizando el material intervenido y busca localizar a otros implicados y nuevas víctimas.