Las capacidades de las impresoras de oficina y dispositivos multifunción se han multiplicado por diez en los últimos años, siendo responsables de una gran proporción de entrada, salida y almacenamiento de datos comerciales. Este es uno de los vectores de amenazas más peligrosos, a menudo pasados por alto, en el lugar de trabajo.
Bad Rabbit es el nombre con el que se bautizó un nuevo ransomware que ha generado el caos en internet gracias un exploit de la NSA, la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Los laboratorios de FireEye creen que parte de las tendencias en seguridad que se han visto a lo largo de 2017, se repetirán en 2018, como el uso de dominios HTTPS para ataques de phishing, aumento de las vulnerabilidades descubiertas en protocolos y algoritmos criptógráficos, ataques de ingeniería social, entre otras.
Mailsploit es el nombre colectivo de varias vulnerabilidades que afectan a algunos de los clientes de correo electrónico más populares, incluido Microsoft Outlook 2016, Mail for Windows 10, Apple Mail y Yahoo Mail. Si se explota con éxito, permite que un atacante falsifique la dirección de la que parece provenir un correo electrónico.
En los primeros nueve meses de 2017, 120.000 usuarios de Kaspersky Lab se han encontrado con spyware comercial, frente los 70.000 del mismo periodo de 2016. La instalación de spyware comercial es una decisión potencialmente peligrosa que presenta importantes riesgos para los usuarios. Os explicamos por qué.
Este documento, titulado "The new mafia: gangs and vigilantes", examina el delito cibernético y sus ramificaciones para las empresas y los consumidores. Y es que la nueva generación de ciberdelincuentes se parece a las organizaciones tradicionales de la mafia, no solo en su coordinación profesional, sino también en su disposición a intimidar y paralizar a las víctimas.
Hace un año llegó Mirai, una botnet que marcaría una tendencia que se ha dejado sentir con la aparición de sucesoras como Netlab o, más reciente, Satori, que en dice horas creó una re de 280.000 máquinas infectadas y listas para atacar.
La temporada de ventas convierte a los minoristas en un objetivo lucrativo, si los ciberdelincuentes logran organizar ataques DDoS exitosos en su contra a cambio de un rescate o emplear los sistemas punto de venta como punto de entrada para ataques dirigidos o para robar credenciales y dinero del cliente.
La mayor ciberamenaza a la que se enfrentan las pymes en España es que la mayor parte de sus directivos piensa que sus empresas no son interesantes para los hackers. Junto a ella, las amenazas internas, las campañas de phishing móvil, el BYOD y la ingeniería social, son los mayores riesgos a los que se exponen.