Simplificando el proceso de cifrado; orquestación y automatización entre otras claves

  • Opinión
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Utilizada adecuadamente, una solución de cifrado se erige como una piedra angular básica dentro de una estrategia integral y robusta de ciberseguridad, al asegurar la privacidad y la confianza en las comunicaciones.

Por Antonio Martínez Algora, Responsable Técnico de Stormshield Iberia

 

El correo electrónico sigue siendo uno de los principales vectores de ataque, con un alto número de personas sufriendo múltiples estafas. A este respecto, y según el último informe de Phishing por industria de KnowBe4, aproximadamente uno de cada tres usuarios es susceptible de interactuar con enlaces maliciosos o solicitudes fraudulentas.

Ante esta coyuntura, que se ha visto potenciada por el auge de tecnologías como la IA generativa, el cifrado, como mecanismo idóneo para garantizar la seguridad de los intercambios digitales y proteger la información sensible, escala posiciones.

Utilizada adecuadamente, una solución de cifrado se erige como una piedra angular básica dentro de una estrategia integral y robusta de ciberseguridad, al asegurar la privacidad y la confianza en las comunicaciones. Por el contrario, cuando se implementa incorrectamente, el cifrado se convierte en un desafío, sobre todo para aquellas empresas cuyos empleados no cuentan con un nivel de experiencia técnico apropiado.

Para estas organizaciones que desconocen los protocolos de cifrado, los algoritmos o que sencillamente no están preparadas para habilitar procedimientos robustos de gestión de claves, una opción conveniente es la utilización de soluciones de cifrado automatizadas, que se sumen de forma natural en el entorno de trabajo. Mediante este tipo de herramientas integradas en sistemas de orquestación se reduce la carga administrativa y el riesgo de error humano, a la vez que se minimiza la curva de aprendizaje y el impacto en la labor diaria de los empleados. La seguridad de los sistemas, por supuesto, se ve igualmente potenciada.

 

Reglas básicas a tener en cuenta

Ahora bien, para lograr una integración fluida y eficiente de este tipo de soluciones, las empresas deben seguir una serie de reglas básicas para obtener los máximos beneficios.

Como primera medida, el uso de estándares abiertos posibilitará que las distintas soluciones de cifrado interactúen, facilitando su integración en diversos entornos. La orquestación, por su lado, simplificará la gestión centralizada de la configuración y las actualizaciones.

La asistencia técnica y la formación de los usuarios son también determinantes para agilizar la adopción y el uso de las soluciones de cifrado. Una capacitación precisa ayudará a los empleados a comprender la importancia de proteger los datos, mientras que un servicio técnico receptivo y eficaz será de gran apoyo para la resolución de problemas, al fomentar una experiencia de usuario positiva y un incremento de la confianza en los sistemas de encriptación.

Con la supervisión y actualización periódica de los sistemas de cifrado se alcanzará un alto nivel de protección, mientras que con una gestión proactiva -que abarque tanto el mantenimiento como la adaptación rápida a los riesgos emergentes- se afianzará su eficacia a largo plazo. Paralelamente, la alineación de las estrategias corporativas con normativas exigentes, como NIS2, ITAR o HIPAA, hará más sencillo el cumplimiento legal y las expectativas de protección de datos. Mediante la combinación de estas prácticas, las empresas satisfarán la seguridad de su información y reforzarán su credibilidad en un mercado exigente.

En última instancia, no hay que pasar por alto, que el despliegue de una solución de cifrado también conllevará la obligación de abordar otros retos, como la complejidad técnica, la gestión de claves o la compatibilidad con las PKI existentes. Aspectos como el intercambio de correos electrónicos sin cifrar y los costes requerirán una especial atención, sobre todo por parte de las pequeñas empresas.

Llegados a este punto, no cabe duda de que para introducir con éxito una solución de cifrado en cualquier empresa, es esencial seguir unas directrices clave que engloben desde la selección de soluciones automatizadas y orquestadas hasta la adopción de estándares abiertos, sin olvidar la elección de un socio con un servicio y un soporte técnico adecuado.

La formación de los usuarios y el cumplimiento de la normativa mejorarán convenientemente la seguridad y facilitarán la integración de la solución de cifrado. Solo superando estos aspectos de forma eficaz, las empresas conseguirán agilizar la protección de sus datos a la vez que simplifican la experiencia de usuario.