Desarticulada en España una organización criminal que estafaba mediante phishing

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La Policía ha detenido en Madrid y Barcelona a seis personas que ofrecían operaciones con criptomonedas y otros productos financieros a través de webs fraudulentas, con las que llegaron a estafar más de 12 millones de euros. Se han detectado casi 300 víctimas en distintos países europeos.

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Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal en Madrid y Barcelona que defraudó más de 12 millones de euros mediante phishing, habiéndose detectado casi 300 víctimas en distintos países europeos. En total se ha detenido a seis personas como presuntos responsables de pertenencia a organización criminal, estafa, blanqueo de capitales y usurpación de estado civil.

La investigación se inició a raíz de una denuncia formulada por el representante legal de una entidad bancaria, donde ponía en conocimiento que su identidad digital había sido suplantada mediante la creación de una página web. Dicha web utilizaba un dominio falso, parecido al dominio original de la entidad bancaria, induciendo a la confusión.

La finalidad de esta web era atraer la atención de potenciales clientes franceses a fin de que éstos realizaran operaciones de depósito o inversión, convencidos de que lo estaban llevando a cabo con la entidad financiera denunciante. Poco después se detectó la existencia de nuevas páginas web con idéntico propósito, usurpar la identidad del banco denunciante y de las entidades que forman parte de su grupo.

Los detenidos ofrecían la posibilidad de realizar distintas operaciones financieras, como son la contratación de productos de inversión (renta variable, futuros y criptomonedas) y la contratación de productos de financiación, a través de webs fraudulentas, que simulaban las de una conocida entidad bancaria. Para blanquear el dinero defraudado abrían cuentas corrientes en España, Portugal, Polonia y Francia, donde transferían los fondos de las personas estafadas. Posteriormente, el dinero era movido para su blanqueo entre cuentas que disponía la organización en diferentes países.

De acuerdo con la información facilitada por los afectados y tras las gestiones practicadas por los investigadores, se comprobó que el destino de los fondos eran cuentas bancarias españolas, ascendiendo el volumen del fraude a 12.345.731 euros.