Seis claves para establecer una estrategia de ciberdefensa proactiva
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Ante el actual panorama de ciberamenazas, las medidas imprescindibles que deben tomar todas las empresas para contar con una buena estrategia de ciberseguridad son realizar copias de seguridad de los datos de forma periódica, parchear, autentificar a los usuarios, reducir la superficie de ataque, implementar una solución antiransomware y dar formación en materia de ciberseguridad a los empleados.
Hace unas semanas, en Costa Rica se produjo un hecho sin precedentes: el presidente del país declaró el estado de emergencia nacional por un ataque de ransomware. Días después, anunció que el país estaba en guerra contra Conti, un grupo de ciberdelincuentes que había vulnerado y encriptado al menos 27 organismos gubernamentales del país.
En España, según un informe de la aseguradora Hiscox, el 43% de las empresas españolas vio paralizada su actividad por un ataque de ransomware en 2021, mientras que los datos de Check Point indican que, en el primer trimestre de 2022, este tipo de malware afectó a 1 de cada 54 empresas, lo que supone un aumento del 27% respecto al año pasado.
Estos y otros ciberataques son de alto riesgo para las organizaciones, lo que exige poner en marcha una estrategia de ciberseguridad proactiva. Para hacerlo, la firma de ciberseguridad identifica una serie de aspectos en los que toda empresa debe esmerarse para contar con el mayor nivel posible de protección ante cualquier incidencia:
- Copias de seguridad periódicas de los datos: la definición de ransomware es la de un malware diseñado para forzar el pago de un rescate como única forma de acceder a la información encriptada. Realizar backups de datos automatizadas y protegidas permite a una organización recuperarse de un ataque con una pérdida mínima y sin tener que pagar un rescate. Mantener copias de seguridad de forma periódica y rutinaria es una práctica muy importante para evitar un perjuicio mayor, así como para poder recuperar lo perdido en caso de corrupción o mal funcionamiento del hardware del disco.
- Parcheo de programas y soluciones: el parcheado es un componente crítico en la defensa contra los ataques de ransomware, ya que los ciberdelincuentes suelen buscar los últimos exploits descubiertos en los parches disponibles y luego apuntan a los sistemas que aún no cuentan con ellos. Por lo tanto, es fundamental que las empresas se aseguren de que todos sus sistemas tienen los últimos parches del fabricante, ya que esto reduce el número de posibles vulnerabilidades dentro de la empresa que puede explotar un atacante.
- Autenticación de usuarios: acceder a servicios como el RDP con credenciales de usuario robadas es una de las técnicas favoritas de los ciberdelincuentes de ransomware. Utilizar una doble autenticación de usuario robusta puede dificultar que un atacante haga uso de una contraseña que consigan adivinar o que hayan logrado robar.
- Reducción de la superficie de ataque: con el alto coste potencial de una infección de ransomware, la prevención es la mejor estrategia contra el ransomware. Esto puede lograrse reduciendo la superficie de impacto trabajando en las siguientes áreas: mensajes de phishing, vulnerabilidades sin parchear, soluciones de acceso remoto y malware móvil.
- Implantación de una solución antiransomware: el hecho de tener que cifrar todos los archivos de un usuario significa que el ransomware deja una huella digital única cuando se ejecuta en un sistema. Las soluciones antiransomware están diseñadas para identificar esos rastros y deben contar con las siguientes características: identificación de amplias variantes, detección rápida, restauración automática y mecanismo de restauración que no se base en herramientas comunes incorporadas (como 'Shadow Copy', que es el objetivo de algunas variantes de ransomware).
- Formación y concienciación en materia de ciberseguridad: el ransomware suele propagarse mediante correos electrónicos de phishing. Es crucial formar a los usuarios sobre cómo identificar y evitar amenazas potenciales de este tipo. Muchos de los ciberataques actuales comienzan con un mensaje que anima al usuario a hacer clic en un enlace malicioso. La formación de los trabajadores suele considerarse una de las defensas más importantes que puede desplegar una organización.