La identificación de riesgos, fundamental para fortalecer la cadena de suministro

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La crisis sanitaria, con sus derivaciones económicas y sociales, ha puesto en evidencia la criticidad de la cadena de suministro en la continuidad de negocio. ISACA ha realizado un análisis en el que identifica los pasos a seguir para dotarla de resiliencia.

 

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La propagación del Covid-19 obligó a casi todas las empresas a revisar sus planes de continuidad de negocio. Esta reevaluación puso al descubierto en muchas ocasiones importante lagunas como, por ejemplo, no estar preparadas para que tener a toda la plantilla trabajando en remoto o para asumir el impacto de la crisis sanitaria en la cadena de suministro.

Un nuevo informe de ISACA sobre este último tema, profundiza en la forma de dotar de la resiliencia necesaria a las cadenas de suministro para aumentar su capacidad de recuperación ante incidencias que se puedan producir en el futuro.

Éstos son los pasos a seguir para poner en marcha un proceso de planificación de la continuidad de negocio:

• Identificar y evaluar el riesgo asociado con el servicio continuo de proveedores y terceras empresas a la hora de proporcionar servicios a los clientes.

• Establecer vías de comunicación para compartir información sobre planes de preparación y respuesta con proveedores de nicho y proveedores de servicios para mejorar la transparencia de las respuestas.

• Limitar la concentración geográfica y, tras un análisis de impacto, evitar que haya un punto único de fallo.

• Extender los modelos de simulación a diversos escenarios, • incluida la pandemia, para mejorar las capacidades del plan de continuidad del negocio.

Según esta asociación, con una planificación cuidadosa, las empresas pueden controlar y limitar el impacto de los incidentes.