En 2021 los ciberdelincuentes lavaron 8.600 millones de dólares en criptomonedas

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El lavado de dinero se puede se llevar a cabo a través de colocación, estratificación e integración. El sistema preferido es el servicio digital de cadena de bloques RenBridge, a través del que los criptodelincuentes que operan en la red han logrado lavar 540 millones de dólares desde 2020.

Desde hace ya un tiempo, los ciberdelincuentes han encontrado en esta fuente una nueva manera de cometer delitos a través del uso de las criptomonedas para blanquear dinero procedente de sus previas actividades ilegales. Según el último informe de Chainalysis, el último año los delincuentes pudieron lavar la suma de 8.600 millones de dólares en criptomonedas.

El lavado de dinero a través del uso de las criptomonedas se puede se llevar a cabo a través de tres procesos:

--Colocación: en esta etapa se ingresa la cantidad procedente del delito en el sistema financiero, a través del intercambio de criptomonedas.

--Estratificación: los ciberdelincuentes utilizan direcciones de empresas, aparentemente legítimas, para enviar a una dirección anónima.

--Integración: cuando el dinero ya se ha integrado como activo legal dentro de la economía. El comerciante de criptomonedas de venta libre (OTC), que a cambio de una comisión, hace de intermediario entre dos partes comerciantes en la venta o intercambio entre criptomonedas, o entre criptomonedas y dinero fiduciario.

El sistema preferido últimamente para los delincuentes es a través del uso de software RenBridge, que permite al ciberdelincuente enviar tokens, activos digitales de una cadena a otra. Estas transferencias de monedas digitales se realizan a través de redes, Darknodes, que son validadas por miles de usuarios seudónimos. “Son sistemas irrastreables, que no cuentan con ninguna entidad centralizada y sobre los que no existe una regulación al respecto, como sí ocurre con los intercambios cifrados”, explica Hervé Lambert, Global Consumer Operations Manager de Panda Security. Desde 2020 los criptodelincuentes que operan en la red han logrado lavar 540 millones de dólares a través de RenBridge.

“Lo realmente interesante de las criptomonedas es que es dinero difícilmente rastreable”, afirma Lambert. “Los nodos descentralizados de la criptografía se han convertido en los nuevos paraísos fiscales de los cibercriminales, lo cual no solo protege las actividades delictivas de cibercriminales, sino que también puede perturbar la estabilidad de los mercados financieros”.