Paralelismos entre el virus informático y el virus biológico

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Al igual que los que afectan a los seres vivos, los peores virus informáticos son aquellos que permanecen en un estado de latencia. Llegada la transmisión, cuando se trata de virus potentes, en ambos casos se acaba desembocando en una epidemia, como en el caso de Wannacry.

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Uno de los ciberataques más clásicos, que han sufrido de alguna manera la mayoría de las personas, es el virus informático, un software malicioso que tiene como objetivo alterar el funcionamiento de cualquier dispositivo, sin permiso alguno del usuario y con capacidad para causar grandes daños.

Los virus informáticos aprovechan los momentos de incertidumbre o de falta de defensas para atacar, igual que virus biológicos como el COVID-19, presente este 2020 en nuestras vidas. Y ese no es el único paralelismo, ya que los ciberdelincuentes han aprendido que es clave mejorar continuamente sus diseños para intentar provocar un mayor daño en sus futuros ataques, al igual que pasa con las peores enfermedades. Los expertos de Entelgy analizan tres similitudes clave para entender mejor la naturaleza y los peligros de los virus que se encuentran al otro lado de la pantalla.

● Infección

Para empezar, la infección se produce de manera aparentemente inocua. Si un virus se contagia a través de la saliva o del aire sin que el nuevo huésped se dé cuenta de su entrada, un virus informático utiliza medios similares: un almacenamiento usb compartido o un email con un archivo ejecutable son suficientes. En cualquier caso, una vez dentro, la gravedad de la infección dependerá de su composición: una simple gripe puede provocar malestar, algo de fiebre y tos; el virus informático puede generar daños leves o inutilizar completamente un ordenador o una organización.

Al igual que los que afectan a los seres vivos, los peores virus informáticos son aquellos que permanecen en un estado de latencia. Antes de manifestarse, se multiplican sigilosamente hasta que las numerosas copias (casi inidentificables) afectan a partes esenciales del huésped. Además, ambos requieren de un metabolismo celular o un programa base para poder cumplir su cometido. Ya sea el sistema inmunológico o el sistema operativo, los virus acaban atacando al huésped hasta ponerlo en riesgo.

● Epidemia

A continuación, llega la transmisión de virus, lo que en muchos casos, cuando se trata de virus potentes, acaba desembocando en una epidemia. En el caso de los virus biológicos, la transmisión horizontal es el mecanismo de contagio más habitual, siendo especialmente peligroso en lugares con gran densidad de población donde habitan individuos no inmunes. En cuanto a los informáticos, pueden diseminarse por medio de réplicas y copias, y las redes ayudan a dicha propagación cuando no tienen la seguridad adecuada. Cuando un programa malicioso actúa replicándose de esa forma a través de las redes se denomina gusano.

Uno de los casos en Internet más conocidos se produjo el 12 de mayo de 2017, cuando se registró un ataque a escala mundial del ransomware Wannacry. Tras un periodo previo de latencia, en el que el virus se expandió por los ordenadores de distintas empresas en diferentes países, aprovechando una vulnerabilidad en el sistema operativo, en un solo día atacó a más de 140.000 ordenadores en todo el mundo. Importantes organizaciones se vieron afectadas hasta el punto de tener que parar su producción hasta lograr solventar el problema.

● Vacuna

Ante nuevos virus, la comunidad científica trabaja contrarreloj para hallar la vacuna que cure la enfermedad y evite la propagación. Y, una vez más, lo mismo ocurre en el ámbito tecnológico, donde los desarrolladores crean efectivos antivirus que evitan la entrada de malware a nuestros dispositivos.

Aun así, todos los expertos coinciden en que la prevención, sea cual sea el territorio en el que nos movamos, es básica para evitar contagios masivos. Conocemos a grandes rasgos las formas de contagio de un virus. Con respecto al virus informático, en primer lugar, es clave asegurarse de que el empleado está concienciado con respecto a los problemas que puede ocasionar y que tenga presente que las medidas para evitar la infección incluyen no abrir correos de remitentes desconocidos o sospechosos, evitar ejecutar archivos que provengan de fuentes dudosas o no introducir memorias usb que no hayan estado en manos conocidas.

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