Los hackers pondrán foco en tecnologías en proceso de expansión en 2020

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Todas aquellas soluciones tecnológicas que se sustenten en la inteligencia artificial, las redes 5G y la nube, atraerán el interés de los hackers en 2020. Por ejemplo, las falsificaciones de la cara y la voz de otras personas en archivos de vídeo y audio se convertirán en algo casi habitual.

Este año que termina, los principales problemas relacionados con la ciberseguridad se han debido a espionaje a ciudadanos y empresas por parte de grandes potencias como Rusia y China; a ataques de ransomware; y a incidencias relacionadas con las criptomonedas. Según los análisis de PandaLabs, las empresas son más conscientes de la importancia de la ciberseguridad, que las personas de a pie. “El principal problema es que, como individuos, no sabemos cuáles son los nuevos vectores de ataque que surgen cada día, a medida que evoluciona la tecnología”, asegura Hervé Lambert, Global Consumer Operations Manager de Panda Security.

Pues bien, de cara a 2020, Panda vaticina que todas las tecnologías están demostrando una explosión en su uso a escala global, son aquellas en las que los grupos de hackers van a poner más atención. En concreto, todas aquellas soluciones tecnológicas que se sustenten en la inteligencia artificial, las redes 5G y la nube.

Ataques a dispositivos por voz

Asistentes de voz y altavoces inteligentes facilitarán la vida de millones de personas, pero a su vez supones una nueva puerta de acceso a nuestros hogares para los ciberdelincuentes. El principal problema que suponen estos dispositivos es que están siempre activados y se nos olvida que están ahí. Si alguien con malas intenciones accede a un dispositivo que puede escuchar lo que sucede en el día a día de una vivienda, puede obtener mucha información verdaderamente relevante. Por lo tanto, el potencial para reunir información sobre una víctima es mucho mayor.

El reconocimiento biométrico para localizar víctimas

El Gobierno de China ha empezado a registrar los datos biométricos de sus ciudadanos y asociarlos a sus números de teléfono. Si a ello le añadimos que el gigante asiático tendrá más de 400 millones de cámaras de videovigilancia instaladas por todo su territorio, podemos afirmar con total seguridad que China podrá monitorizar lo que hace de forma individual toda su población.

Se trata de un problema de privacidad que todavía no se da en occidente. Sin embargo, el gran avance en las tecnologías de reconocimiento facial pone de manifiesto que, si un gobierno puede hacerlo de forma legal, grupos organizados de hackers podrán asaltar y crear sus propias redes de cámaras para vigilar a individuos concretos.

El phishing a través de los “deepfake”

El uso de las imágenes de las personas no solo se queda en su monitorización. Las noticias que han surgido este año alrededor de los deepfake, no han hecho más que empezar. En 2020, esta forma de falsificar la cara y la voz de otras personas en archivos de vídeo y audio se convertirán en algo casi habitual.

Las falsificaciones son tan precisas que en 2020 podrían llegar a ser indistinguibles para una persona. Cuando llegue ese momento, será necesario que tengamos dispositivos que lo detecten para evitar fraudes telefónicos, fake news y todo tipo de trampas en las que nos puedan engañar suplantando la identidad de alguien famoso o de una persona de nuestro entorno más cercano.

El IoT y el IoP serán más fáciles de atacar gracias a las redes 5G

El enorme ancho de banda que ofrecen las redes 5G permitirá que se multiplique el número de dispositivos que forman parte del Internet de las Cosas (IoT) tengan una conexión más rápida, y sean más susceptibles a los ataques por denegación de servicio (DDoS), cuyo objetivo es bloquear Internet o los servidores de una víctima al hacer que miles de dispositivos se conecten de forma simultánea y realicen una pequeña acción.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que en 2020 seguirá el fuerte auge del Internet of People (IoP), que son todos esos aparatos wearables que llevamos continuamente con nosotros. Toda la información que emitimos a la red por medio de estos aparatos representa un mapeo exacto de lo que hace cada individuo tanto en la vida online como en su vida real. Toda esa información que se emite sobre nuestras vidas privadas se almacena en servidores en la nube que pertenecen a una infinidad de empresas. Por tanto, en 2020 tendremos que poner especial atención a que toda esa información que emiten nuestros dispositivos personales viaje de una forma totalmente encriptada y cifrada hacia esos servidores.