Cada compañía pierde unos 20.000 euros de media por ciberataque
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Se dice que 9 de cada 10 compañías han sido víctimas de un ciberdelito. Pero también se asegura que las empresas se dividen entre las que lo han sufrido y las que aún no lo saben. De hecho, el tiempo medio que se tardan en darse cuenta de que se ha sido atacadas es de 200 días.
Las amenazas que rodean a la ciberseguridad son evidentes: malware, virus, fraudes, contenidos abusivos, etc. y todo el mundo está expuesto a ellas. Sólo el año pasado, INCIBE gestionó más de 110.000 incidencias. Los datos revelan que cada empresa pierde unos 20.000 euros de media con cada ataque y el tiempo medio que se tarda en darse cuenta de que se ha sido atacada es de 200 días.
De las amenazas y de las enormes oportunidades del sector se habló hoy en una mesa redonda organizada por IMF Business School, en la que participaron Juan Delfín Peláez, experto en seguridad de INCIBE; Abel González, director en Deloitte España; Jaime Catalán Berriatúa, Services Presales Engineer en WestconGroup; y Alfonso Pastor, socio de LEET Security, los cuales coincidieron en la importancia de la formación y también en la concienciación.
“Los últimos datos revelan que más de 7.000 millones de correos electrónicos han sido hackeados. Eso es toda la población mundial”, explicó el portavoz de INCIBE, para el que la ciberseguridad es una asignatura en permanente actualización. “Si quieres tener un asistente virtual en tu hogar, antes piensa si tienes el wifi protegido. Existen un montón de cosas que pasamos por alto en nuestro día a día”, añadió Jaime Catalán.
Para Abel González, de Deloitte España, la clave está en el desconocimiento, porque asegura que muchos incidentes no se reportan “porque no se sabe que están sucediendo”, y animó a los asistentes a formarse, ya que la ciberseguridad es uno de esos sectores en los que hay pleno empleo.
Por su parte, Alfonso Pastor señaló la labor importante que están desarrollando las startups, proponiendo nuevas soluciones ante nuevas amenazas, y aclaró que, en numerosas ocasiones, aunque las empresas estén protegidas, son sus proveedores los que le dan tanta importancia a este tema. “Tenemos que examinar cómo supervisamos nuestra cadena de suministro. A veces basta la confianza, otras veces pides un certificado, lo pones en un contrato o haces una auditoría específica. Éste último es el mecanismo más fiable”.
