Hoy se presenta la Estrategia de Ciberseguridad Nacional 2019

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Aprobada el pasado mes de abril por el Consejo de Seguridad Nacional, la Estrategia marca un punto de inflexión en el pensamiento estratégico nacional, donde la ciberseguridad debe ocupar un espacio propio y diferencial. Contempla potenciar la industria española de ciberseguridad.

La Asociación Española para el Fomento de la Seguridad de la Información, ISMS Forum Spain, junto al Departamento de Seguridad Nacional (DSN), el Centro Criptológico Nacional (CCN), el Centro Nacional de Protección de Infraestructuras y Ciberseguridad (CNPIC) y el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), presentan hoy en el Auditorio del IE Business School la Estrategia Nacional de Ciberseguridad 2019, cuyo propósito es fijar las directrices generales del ámbito de la ciberseguridad de manera que se alcancen los objetivos previstos en la Estrategia de Seguridad Nacional de 2017. Dentro de estos objetivos, se enmarca el fomento de la cultura de la ciberseguridad como uno de los ejes centrales a desarrollar a fin de contar con una sociedad más conocedora de las amenazas y desafíos a las que se enfrenta, como son las actividades maliciosas o ilícitas relacionadas con el ciberespionaje, la cibercriminalidad y el hacktivismo, entre otras.

Como se recoge en el propio texto de la Estrategia, el empleo de nuevas modalidades de transacción financiera y económica, como las criptomonedas, para el tráfico y el comercio de bienes y prestación de servicios ilícitos o la extorsión, el fraude y la falsificación de medios de pago no monetarios, constituyen un serio desafío a la seguridad por su sofisticación y complejidad. Estos pueden ser utilizados en el blanqueo de capitales y la evasión de impuestos y representan una fuente de ingresos para el crimen organizado y por lo tanto son facilitadores de otras actividades como la financiación del terrorismo, que toma provecho de la dificultad de seguimiento que estas nuevas técnicas ofrecen.

Con todo esto, el impulso de la industria española de ciberseguridad, el fomento de la investigación, el desarrollo y la innovación, y la participación del mundo académico constituyen acciones fundamentales para estimular la cultura de ciberseguridad, que permita a la sociedad española conocer las amenazas y desafíos a los que se enfrenta, así como alcanzar los conocimientos, experiencia y habilidades tecnológicas capaces de afrontar los grandes retos de la ciberseguridad. De hecho, una de las líneas de acción que contempla la Estrategia es “potenciar la industria española de ciberseguridad, y la generación y retención de talento, para el fortalecimiento de la autonomía digital”.