Seis de cada diez empresas han sufrido más intentos de fraude online en el último año

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Más de la mitad de las empresas españolas han sufrido algún tipo de fraude en los dos últimos años, y el 63% asegura que hay intentos online que hace un año. El coste reputacional que produce el fraude es la mayor preocupación de las compañías españolas, por encima de la cuenta de resultados.

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El fraude online está en pleno crecimiento y los ciberataques a organizaciones y consumidores se suceden con mayor frecuencia. En concreto, el 63% compañías reconoce que ha sufrido más intentos de fraude online en comparación con el último año, según el informe “Tendencias sobre prevención y gestión del fraude 2018” elaborado por la Asociación Española de Empresas Contra el Fraude (AEECF).

El estudio, que se ha presentado en el Foro Anual sobre Fraude 2019 organizado por Experian, recoge la opinión de las principales compañías españolas de los sectores Banca, Financieras de Automoción, Financieras de Consumo, Fintech y Telecomunicaciones. Según sus datos, el 54% de ellas ha sufrido algún tipo de fraude en los últimos dos años, siendo las grandes pérdidas económicas y reputacionales las consecuencias derivadas que más les preocupan. A nivel general, un 42% de ellas señala que el impacto del fraude sobre la cuenta de resultados es limitado, mientras que a un 58% le preocupa especialmente el que afecta a la marca y la confianza de los clientes. Esto último se acentúa entre la Banca y las Financieras de Consumo.

En cuanto a los tipos de fraude que más alarman a las empresas son, por el siguiente orden, el fraude de admisión en puntos de venta digitales (portales y páginas web), el robo de datos (malware, ingeniería social o hacking), el fraude de admisión en puntos de venta presenciales (tiendas), el fraude interno (empleado o vendedor) y el fraude en cuenta (cambio de perfil o inicio de transacción tras un acceso fraudulento en la cuenta de un cliente). La gran mayoría (61%) de las compañías considera que los recursos destinados a la gestión del fraude son insuficientes, debido, sobre todo, a la complejidad del entorno del negocio y a los volúmenes de actividad.

Históricamente el fraude siempre se ha considerado un obstáculo en la actividad de cualquier entidad, y la tecnología ha amplificado la vulnerabilidad de las compañías. Según Rita Estévez, Market President de Experian España y Portugal, “la nueva economía digital está incorporando mayor complejidad y necesidad de sofisticación en materia de prevención, que a su vez puede interferir en la experiencia de los clientes, por lo que es necesario que las organizaciones analicen sus procesos en aras de buscar un equilibrio entre seguridad y efectividad en la gestión de los clientes”.

Es necesario compartir datos entre empresas para lograr una mayor seguridad frente al fraude y, más allá de ello, el futuro de la prevención en fraude pasa por el desarrollo en las empresas de soluciones de Machine Learning, Big Data y Analítica Avanzada, así como otras plataformas inteligentes que permitan un análisis del comportamiento del usuario desde todos los dispositivos.