La detención de Assange desencadena pequeños ciberataques contra Ecuador
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Tras quitar el asilo diplomático concedido a Julian Assange desde 2012, Ecuador ha sufrido algunos ataques informáticos que han acabado con la detención de un ciudadano sueco de 36 años como presunto autor del delito. No ha resultado dañada ninguna página del gobierno central, ni de sectores claves del mundo privado, según la ministra de Interior ecuatoriana.
El pasado jueves, el presidente Lenín Moreno anunciaba que Ecuador retiraba el asilo diplomático a Julian Assange por “violar reiteradamente convenciones internacionales y protocolo de convivencia” poniendo fin a una situación que databa de 2012.
La detención de Assange, que tiene causas abiertas en varios países, ha sido presuntamente la causa de varios ataques cibernéticos que reconocía este sábado la ministra del Interior ecuatoriana, María Paula Romo. En un tuit, aseguraba que “a pesar de haber sufrido cyber ataques en los últimos días, ninguna página del gobierno central, ni de sectores claves del mundo privado, se encuentra intervenida o sacada del aire”.
La titular de Interior decía que los ciberatacantes sólo habían logrado “intervenir un correo institucional y una página de un municipio”.
En concreto, según publican los medios ecuatorianos, del municipio de La Maná, una localidad de la andina provincia de Cotopaxi, en cuya página web, en lugar de la información habitual, había una fotografía de Assange.
A raíz de la denuncia, las autoridades detuvieron al sueco Ola Bini, un ciudadano sueco de 36 años contra el que la Fiscalía General de Ecuador formuló cargos por su presunta participación en un delito de ataque a la integridad de sistemas informáticos del país y que, según la titular del Interior, María Paula Romo, estaba ligado a la organización internacional WikiLeaks.
Estos ataques se produjeron después de que el grupo activista Anonymous publicase un vídeo amenazante contra todos los países que participaron en la captura del fundador de Wikileaks en el que exigía su liberación. En caso contrario, “lo pagarán”, decía.