Las empresas financieras no están al día en cuanto a supervisión de las comunicaciones
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Las empresas están enfocando demasiada energía en tecnologías más antiguas y poco tiempo en los canales de comunicación social y móvil, cada vez más populares.
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Publicado hace unos días el octavo Electronic Communications Compliance Survey Report, basado en una encuesta realizada entre profesionales responsables de cumplimiento en la industria de servicios financieros, se pone de manifiesto que las organizaciones no están al día en cuanto a la adopción y supervisión de las comunicaciones electrónicas, particularmente cuando se tiene en cuenta una fuerza laboral creciente y más joven que depende de la expansión de canales compatibles con dispositivos móviles, como las redes sociales y los mensajes de texto.
Según Smarsh, responsable del estudio, si bien el correo electrónico sigue siendo pieza fundamental de las comunicaciones electrónicas, las plataformas sociales y móviles están desempeñando un papel cada vez más importante en la forma en que las empresas y los inversores realizan negocios.
La mitad de todos los encuestados (50%) aseguran sentirse inquietos en relación a los canales de comunicación que no son de correo electrónico, como las redes sociales, las plataformas de colaboración/mensajería instantánea y los mensajes de texto/SMS. De manera similar, la creciente complejidad de administrar el uso de los dispositivos móviles por parte de los empleados para las comunicaciones comerciales fue una de las cinco principales preocupaciones para el 42% de los encuestados.
Dice Marianna Shafir, Asesora Corporativa y Asesora Reguladora de Smarsh, que la encuesta de este año revela que las empresas “están enfocando demasiada energía en tecnologías más antiguas y poco tiempo en los canales de comunicación social y móvil”, cada vez más utilizadas. Y explica Shafir que muchas empresas del segmento financiero “no tienen soluciones de archivado para retener y supervisar los canales de comunicación modernos, como los mensajes de texto, lo que causa problemas y un riesgo significativo al enfrentar un examen reglamentario, una solicitud de registros abiertos, una investigación, un evento de descubrimiento electrónico o un litigio”.
El estudio de Smarsh asegura que, si bien casi todas las empresas reconocen la necesidad de políticas de supervisión integrales para las comunicaciones electrónicas, muchos han sido lentos para abordar los canales de lo moderno.
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