¿Por dónde empezar para proteger a los niños en un entorno online?

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Aunque la práctica totalidad de los padres conoce los riesgos a los que se exponen sus hijos en un entorno online, son muchos los que no toman medidas para protegerlos y muchas veces es por no saber por dónde empezar. Resumimos ocho consejos de Norton sobre cómo encontrar el enfoque adecuado y qué hacer.

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El 97% de los padres españoles están preocupados por la seguridad online de sus hijos y, sin embargo, su preocupación no desencadena ninguna acción, según concluye Norton by Symantec a raíz de una encuesta online.     

Ramsés Gallego, Security Expert en Norton by Symantec, explica que “actualmente, los padres se ven obligados a explorar aguas desconocidas. La tecnología ha cambiado la forma en la que crecen nuestros hijos y ha reescrito las reglas de la paternidad. Las familias están navegando por un mundo en el que decidir el tiempo que se pasa frente a una pantalla es tan importante como decidir la hora de acostarse y en el que algunos padres prohíben el uso de las redes sociales o de los juegos, mientras que otros ven cómo sus hijos forjan rápidas amistades sin límites de fronteras físicas ni zonas horarias”.

De hecho, controlar la información que su familia comparte en las redes sociales, pero solo el 32% controla la información que sus hijos comparten en redes sociales y solo el 34 % de los padres limitan la información que comparten sobre sus hijos en sus propios perfiles de redes sociales.  “Las razones de esta postura de no-intervención son diversas. Algunos padres puede que no sepan por dónde empezar, mientras que otros puede que no estén seguros de cómo encontrar el equilibrio correcto entre proteger a sus hijos y respetar su privacidad”, añade Gallego.

La compañía cree que hay que  animar a los padres a tener conversaciones frecuentes y sinceras con sus hijos sobre sus experiencias online, y recordarles que no están solos y comparte ocho pasos sencillos que los padres pueden tener en cuenta para proteger a sus hijos y encontrar el enfoque adecuado para cada familia:

- Establecer reglas y directrices en casa: esto puede incluir fijar límites de tiempo frente a la pantalla, el tipo de contenido al que los niños acceden online o el tono apropiado del lenguaje que utilizan en internet. Estas reglas podrían variar en función de la edad, la madurez y los conocimientos sobre los riesgos que existen online que tenga cada niño.

- Animar a los hijos a conectarse en espacios comunes: se trata de lograr un equilibrio en el que no sientan que estás constantemente vigilando por encima de su hombro y que tampoco sientan que tienen que esconder lo que hacen online. Ayudará a los padres que estar tranquilo sobre lo que están haciendo, y ellos sabrán que pueden recurrir a los padres cuando se sientan confusos, asustados o preocupados.

- Fomentar y mantener un diálogo abierto y continuo con los niños sobre el uso de Internet y las experiencias online, incluyendo el ciberacoso.

- Enseñar a los niños a pensar antes de hacer clic: tanto si están buscando en sitios de vídeos online como si reciben un enlace desconocido en un email o simplemente están navegando por la web, recuerda a tus hijos que no hagan clic en enlaces que podrían llevarlos a sitios peligrosos o inapropiados. Hacer clic en enlaces desconocidos es una de las formas más comunes por las que la gente se infecta con virus o revela información privada y valiosa sobre sí misma.

- Estar atento ante los contenidos peligrosos: desde los sitios webs a las apps, los juegos y las comunidades online, tus hijos tienen acceso a una gran cantidad de contenido que puede afectarles tanto positiva como negativamente. Utilizar herramientas de seguridad web parental y seguridad familiar inteligente, así como los propios ajustes de seguridad de los navegadores, puede ayudar a toda la familia a permanecer a salvo.

- Hablar sobre los riesgos de publicar y compartir información privada, vídeos y fotografías, especialmente en las redes sociales.

- Ser un buen ejemplo. Los niños tienden a imitar el comportamiento de los adultos y de sus padres, por lo que hay que dar ejemplo.

- Utilizar una solución de software de seguridad robusta y de confianza que proteja a los niños y los dispositivos frente a los sitios web maliciosos, virus, intentos de phishing y otras amenazas online diseñadas para robar la información personal y financiera.