El ciberfraude empresarial gana peso como delito cada vez más frecuente

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La apropiación indebida de activos es el principal tipo de delito del que son víctimas las empresas españolas, seguido de la corrupción y el soborno, la manipulación contable, y el ciberfraude. Este último ha ido en aumento y se prevé que sea todavía más habitual en los próximos dos años.

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El informe de PwC, que revela que más de la mitad de las empresas españolas ha sido víctima de algún delito económico en los últimos dos años, profundiza en los los daños que provocan los delitos económicos.

En lo que respecta a los costes económicos directos, en España, por ejemplo, el 32% de los encuestados en el estudio asegura haber tenido pérdidas de entre 100.000 y un millón de dólares como consecuencia del delito más grave experimentado en los últimos dos años; y un 34% eleva estas pérdidas por encima del millón dólares. 

En lo que se refiere a los costes indirectos, donde se encontrarían abogados, investigaciones internas, externas, etc., el documento no los cuantifica pero sí que dice que “la cuantía, aunque inferior, es significativa”. Y, por último, están los daños que afectan a otros aspectos de las compañías como la reputación o la percepción de los empleados, de los que tampoco da una cifra.

Autorías de los delitos
El 50% de los fraudes que se producen, según el documento, son cometidos por alguna persona de dentro de la organización, mientras que un 33% vienen de fuera de la compañía. En cuanto a la autoría de los fraudes internos, la práctica totalidad los realizan miembros del equipo directivo y cargos intermedios. Mientras que en el caso de los delitos externos, las responsabilidades se reparten entre los proveedores (42%), consumidores/clientes (50%), hackers (25%), intermediarios (25%) y competidores (8%).