El número de víctimas de fraude creció un 8% en 2017

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Por primera vez se vieron comprometidos más números de Seguridad Social que de tarjetas de crédito. El 6,64% de los consumidores fueron víctimas de fraude de identidad, casi 1 millón más que el año anterior.

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A pesar de los renovados esfuerzos para combatir la propagación del fraude de identidad, en 2017 los estafadores robaron aún más registros en comparación con el año anterior. De acuerdo con un estudio de Javelin Strategy & Research, los ciberdelincuentes obtuvieron unas ganancias de 16.800 millones de dólares de los datos personales robados. El número de víctimas de fraude creció un 8% en 2017, alcanzando los 16,7 millones, el más alto registrado desde que la empresa comenzó a medir el fenómeno hace unos 15 años.

El fraude también está creciendo en complejidad, y las tarjetas EMV con chips integrados han aumentado el fraude online. Los ciberdelincuentes se están adaptando más rápido de lo que la industria puede detenerlos, y constantemente están abriendo más cuentas y mejorando sus técnicas. El estudio revela un cambio notable en la forma en que se cometió el fraude en 2017: los estafadores abrieron un número significativamente mayor de cuentas intermediarias, como pagos por correo electrónico (PayPal) y servicios de comercio electrónico (Amazon). "Estos tipos de cuentas ayudan a los estafadores a transferir fondos de las cuentas existentes de sus víctimas", señala la firma de investigación.

La mayor amenaza relacionada con la identidad proviene de las brechas de datos, y las víctimas parecen ser bastantes conscientes de ello: el 63% está "muy" o "extremadamente" preocupados por la amenaza de las brechas. Mientras tanto, el 64% de las víctimas cree que las notificaciones de brechas son inútiles para protegerles, y sirven como una mera cobertura legal para la compañía atacada.

El estudio señala que el 30% de los consumidores estadounidenses fueron informados de una brecha el pasado año, frente al 12% de 2016. Por primera vez se vieron comprometidos más números de Seguridad Social (un 35%) que números de tarjetas de crédito (un 30%) en las brechas, y el 6,64% de los consumidores fueron víctimas de fraude de identidad, casi 1 millón más que el año anterior.