El escándalo Facebook le cuesta la vida a Cambridge Analytica
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Cambridge Analytica ha iniciado los pasos legales en Estados Unidos y Reino Unido para declararse en bancarrota, nuestro Concurso de Acreedores.
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“Durante los últimos meses, Cambridge Analytica ha sido objeto de numerosas acusaciones infundadas y, a pesar de los esfuerzos de la compañía para corregir el registro, ha sido vilipendiado por actividades que no solo son legales, sino también ampliamente aceptadas como un componente estándar de la publicidad en línea. tanto en el ámbito político como comercial”, dice la compañía en un comunicado en el que informa que esta dando los pasos necesarios para acogerse a un proceso de bancarrota.
Justa o injustamente, este es el resultado de lo que se bautizó como Escándalo de Facebook.
A mediados del mes de marzo se conoció que la empresa Cambridge Analytica, una compañía británica que ayuda a los partidos políticos a dirigirse a los votantes con mensajes específicos, basados en la información obtenida de la minería y el análisis de datos, había accedido a la información de más de 50 millones de usuarios de Facebook y habría utilizado el Big Data para tratar de influir en su decisión de voto en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en favor de Donald Trump (Robert Merce, multimillonario que está detrás de la firma de análisis mantiene una estrecha relación con Steve Bannon, consejero de Donald Trump en la Casa Blanca).
No es nuevo el hecho de que partidos políticos contratan empresas que les ayuden a transmitir sus mensajes en redes sociales, buscando aquel perfil de votante que más se adecúe con sus ideas. El problema es el consentimiento. En el caso de Facebook, y es por esto por el que se enfrenta a multas millonarias y por lo que su valor en bolsa ha caído un 12% en los cinco días posteriores a destaparse el escándalo, es que podría haber violado su propia política de privacidad.
El miedo de los inversores a las más que probables multas “masivas” a las que va a tener que hacer frente, eso sin tener en cuenta el temor a una posible caída de usuarios y, lo que es peor, de anunciantes. La agencia de comunicación cifra en unos 20.000 millones de dólares de capitalización de mercado las pérdidas de Facebook en poco más de 24 horas después de que se conociese la noticia. En tan solo cinco días, la empresa perdió 64.000 millones de dólares de valor.