La digitalización del sector sanitario es más que una realidad, lo que provoca, por una parte, grandes beneficios en agilidad, eficiencia y mejora de la atención a los pacientes, pero, por otra parte, amplía la superficie de riesgo que pueden aprovechar los creadores de malware.
Reducir las brechas implica la formación de la fuerza laboral, la puesta en marcha de recursos dedicados a la ciberseguridad y la incorporación de socios externos; aunque resulta más conveniente una combinación de los tres.
Las empresas han de estar preparadas para responder a incidentes de seguridad con planes en los que, además de backups, cuenten con soluciones de ‘cyber vault’, que proporcionan el aislamiento, la inmutabilidad y la inteligencia que se requieren para lograr una pronta recuperación.