Retail y seguros son los sectores con más intentos de fraude en España

  • Endpoint

Fraude digital

El 32% de los consumidores en España se sintió objetivo de un fraude en los tres últimos meses de 2022, de los cuales el 6% acabó siendo víctima de la estafa. Se ha observado un incremento del 83% en el número de brechas de datos si comparamos datos de 2020 y 2022.

Después de llegar en 2022 a unas cifras similares a las de antes de la pandemia, TransUnion ha observado un incremento global del fraude cometido en transacciones digitales en 2022 del 80%, según el Informe sobre el Estado del Fraude Omnicanal 2023. El estudio muestra que el 4,6% de todas las transacciones digitales llevadas a cabo por consumidores en todo el mundo durante 2022 fueron sospechosas de fraude.

En el caso concreto de España, aunque los intentos de fraude en España han disminuido en un 31%, las transacciones sospechosas de fraude en ciertos sectores han aumentado considerablemente respecto al año pasado. Así los intentos de fraude en retail, seguros y comunidades online aumentaron un 33%, un 29% y un 12%, respectivamente, frente a 2022. Por el lado positivo, en el sector financiero los intentos de fraude se redujeron un 65%.

La industria de los viajes y el ocio ha sufrido asimismo un importante aumento en el número de casos de fraude, incluso superior a la media global, con un 129% de transacciones digitales sospechosas. Le siguen seguros, con un 109% de incremento; y comunidades online, con un 63%.

Crece la gravedad de los fraudes

El informe de TransUnion también alerta de un importante número de ciudadanos que han sufrido intentos de fraude en una amplia variedad de plataformas de comunicación. El 52% de los consumidores a nivel global se sintió objetivo de un fraude en los tres últimos meses de 2022, mientras que, en España, esa cifra llega al 32%, de los cuales el 6% acabó siendo víctima de la estafa.

Respecto a la gravedad de las brechas de datos sufridas en 2022, se ha observado un incremento del 83% en el número de brechas de datos si comparamos datos de 2020 y 2022. Además, la gravedad de las brechas en ese período ha crecido un 6%. Estas brechas han abierto un mercado negro de identidades sintéticas que se ha convertido en uno de los mayores problemas relacionados con la seguridad en 2022. Los saldos pendientes atribuidos a identidades sintéticas para la contratación de préstamos personales, de tarjetas de crédito en tiendas o para adquirir un vehículo alcanzaron récords en EEUU: 1.300 millones de dólares tan solo en el último trimestre de 2022 y 4.600 millones de dólares en todo el año 2022.

“La pandemia ha cristalizado el hecho de que los ciberdelincuentes pueden enfocar sus actividades hacia empresas e instituciones que tienen acceso directo a dinero o productos y servicios que son muy fácilmente convertibles en valor monetario”, alerta Shai Cohen, vicepresidente senior y responsable global de soluciones de fraude en TransUnion. “Los sectores más amenazados siguen siendo aquellos que han apostado sobre todo por las interacciones digitales con los consumidores”.