La infraestructura de backup es clave para recuperarse de un ataque de ransomware

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El ransomware es una de las mayores amenazas para la continuidad del negocio, un problema que se ha visto exacerbado por la pandemia del COVID-19. La elección de la infraestructura de almacenamiento es un aspecto crítico para asegurar una rápida recuperación de los datos.

Los ataques de ransomware se han convertido en un hecho cotidiano, y la pandemia no ha contribuido a atenuar esta lacra. Sirva como ejemplo NetWalker, un ransomware cuyo objetivo principal son los hospitales. Posteriormente, Europol alertaba de un drástico aumento en el número de ataques contra entidades e infraestructuras críticas involucradas en la respuesta contra la pandemia.

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Según Israel Serrano, Country Manager de Infinidat Iberia, “para estar en condiciones de recuperar rápidamente las operaciones de negocio en caso de ataque, los equipos de TI no solo deben implementar mecanismos de detección y prevención. También deben contar con un remedio fiable y probado para recuperar rápidamente los datos”. La elección de la infraestructura de almacenamiento es por tanto un aspecto crítico para asegurar una rápida recuperación que permita garantizar la continuidad del negocio.

Para Infinidat, hay cuatro retos clave a los que las empresas habrán de hacer frente a la hora de recuperar sus datos tras sufrir un ataque de ransomware:

--Rendimiento. Un tiempo prolongado de recuperación tras un ataque de ransomware es simplemente inaceptable, y los soportes de backup tradicionales son una solución insuficiente. Para aumentar la velocidad del backup, algunas empresas realizan backups sintéticos o almacenamiento deduplicado, pero el proceso de recuperación requiere ensamblar datos de múltiples generaciones, residentes en diferentes ubicaciones, lo que afecta negativamente al tiempo de recuperación.

--Costes. Muchos clientes, frustrados con las bajas velocidades de recuperación de sus sistemas de backup, han optado por pasar a soluciones All-Flash, pero esto aumenta drásticamente los costes de soporte. Y, dado que algunos datos son deduplicados en origen, ya no es posible reducir significativamente su tamaño en destino, lo que hace que la capacidad de los medios Flash sea aún más costosa.

--Resiliencia. La necesidad de recuperar los datos de manera rápida y efectiva tras un ataque de ransomware se ha convertido en un aspecto clave. Que el tiempo de recuperación sea lento como consecuencia de un fallo o reemplazo de hardware es simplemente inaceptable. La infraestructura de TI debe llegar como mínimo a cinco nueves (99,999%) de disponibilidad como el mínimo requerido para todos los componentes críticos, y ello sin que los costes se disparen.

---Elasticidad. Para contar con un plan fiable de recuperación, y en concreto para preservar la continuidad efectiva del negocio es necesario que el consumo de capacidad se realice de una forma inteligente. Con los sistemas de almacenamiento actuales es complicado y costoso adoptar un modelo de implementación automatizada en todos los niveles, y no permiten aprovechar los modelos CapEx u OpEx según las necesidades.