La mayoría de los CIOs están insatisfechos con los fabricantes de ciberseguridad

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El 53% se queja de que la mayoría o todos los proveedores proporcionan datos poco claros, opacos y ambiguos. Los proveedores a menudo no pueden articular el valor de sus productos y sus afirmaciones son difíciles de verificar. Tampoco cumplen sus promesas casi la mitad de las veces.

Un reciente estudio de Valimail, para el que se entrevistaron a cerca de 300 profesionales de seguridad de TI sobre sus puntos de vista sobre los proveedores de ciberseguridad, revela un alto nivel de escepticismo debido a descripciones vagas de los productos de seguridad, estadísticas ambiguas, capacidad limitada para medir la efectividad de los productos y una falta general de seguimiento por parte de los proveedores.

Los CIOs encuestados representan a grandes empresas con grandes presupuestos de seguridad. El informe revela que el 55% de los encuestados invierte más de 100.000 dólares en cada nueva herramienta o solución de ciberseguridad. Si bien el gasto es alto, también lo es la insatisfacción con los proveedores que no garantizan resultados específicos o no brindan descripciones adecuadas basadas en datos de los beneficios que ofrecen sus productos. De hecho, el 53% de los encuestados se queja de que la mayoría o todos los proveedores ofrecen datos poco claros, opacos y ambiguos. Los proveedores a menudo no pueden articular el valor de sus productos y sus afirmaciones son difíciles de verificar. Tampoco cumplen sus promesas casi la mitad de las veces, y rara vez hacen llamadas de comprobación después de cerrar las ventas.

De acuerdo con el informe, el 42% de los profesionales de seguridad de TI afirma que los productos de ciberseguridad ofrecen valor "a veces", pero es difícil o imposible demostrar ese valor. Además, el 47% dice que los proveedores cumplen con sus obligaciones solo la mitad del tiempo o menos.

El 44% de los encuestados cree que "la mayoría o todos los proveedores ofuscan su tecnología", y el 49% afirma que los proveedores comparten poca o ninguna información confiable sobre las hojas de ruta de los productos. En otras palabras, no comparten hasta qué punto sus productos seguirán siendo relevantes en el futuro ante un panorama de ciberseguridad en constante evolución.