Cloud tira de los servicios de seguridad: crecerán a un ritmo del 8,3%

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Con gran parte de las empresas del mundo migrando su infraestructura desde entornos on-premise a cloud, no es de extrañar que también cambie la forma en la que se consume la ciberseguridad. Los datos están en la nube y este cambio está definiendo las estrategias de seguridad, centradas en el dato, que deben articularse a través de servicios de seguridad gestionados, según IDC.

Las nuevas estrategias de ciberseguridad deben contemplar más que nunca el hecho de que la mayor concentración del dato se da en el cloud y por tanto, las inversiones en materia de ciberseguridad miran cada día con más intensidad hacia el consumo de servicios, muy por encima del gasto en software o hardware.

Las cargas de datos se están yendo a cloud, dato que le sirve a la firma de análisis IDC para argumentar que las nuevas estrategias de ciberseguridad deben tener esto en cuenta. De hecho, las inversiones en este ámbito miran cada día con más intensidad hacia el consumo de servicios, muy por encima del gasto en software o hardware, han concluido sus expertos en el evento “Estrategias de Ciberseguridad desde el Cloud”, organizado por IDC Research España en colaboración con Zscaler y diversos responsables de TI de la industria.

Lo cierto es que los sistemas e infraestructuras cloud reciben cada día más inversión por parte del mercado. La tendencia a tres años vista pone de manifiesto un decrecimiento del gasto medio anual en infraestructura tradicional del 8,3%, mientras que la inversión en infraestructura en la nube va a incrementarse en un 9,8%.

Y esto tiene su reflejo en lo que pasará en ciberseguridad. Según IDC, se va a producir crecimiento sostenido del 8,3% para los próximos tres años en la adopción de servicios gestionados de seguridad, que se ofrecerán desde la nube para complementar las estrategias actuales de ciberseguridad.

De acuerdo con sus pronósticos, las empresas españolas invertirán principalmente durante 2020 y 2021 en la protección del dato a través de servicios gestionados y la incorporación de algoritmos inteligentes capaces de realizar seguimientos del ciclo de amenaza y acortar los periodos de reacción.

Son dos tendencias que van a consolidarse sobre el modelo de consumo como servicio. En cambio, las tecnologías tradicionales de ciberseguridad están decreciendo entre el 6% y el 13%.