Tres claves para abordar brecha de género en ciberseguridad

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La inclusión de género en las empresas es una tarea pendiente en el mundo de la ciberseguridad, ya que las mujeres representan aproximadamente el 25% de la fuerza laboral. ThreatQuotient propone tres medidas para aumentar este porcentaje.

El sector de la ciberseguridad crece exponencialmente debido a la necesidad de hacer frente a un panorama de amenazas muy complejo y diverso. Sin embargo, en lo que respecta a la igualdad de género dentro de este ámbito, todavía estamos lejos de poder hablar de grandes progresos.

Los datos del último estudio del Consorcio Internacional de Certificación de Seguridad de Sistemas de Información confirman que el porcentaje real de mujeres en el lugar de trabajo de ciberseguridad se ha mantenido casi constante en los últimos tres años, ya que las mujeres representan aproximadamente el 25%.

Para progresar en igualdad de género en el sector, ThreatQuotient propone trabajar en varios aspectos a través de su directora global de marketing de ThreatQuotient, Celine Gajnik:

- Peldaños rotos. Para alcanzar la diversidad en la cima también es necesario prestar atención a todos los peldaños de la escalera, y es que es una realidad que las mujeres empiezan a quedarse atrás en la primera promoción potencial hasta el nivel de dirección.

- Transparencia en los ascensos. La transparencia en la promoción de los empleados conduce a una menor subjetividad o sesgo inconsciente, lo que ayuda a que todos los candidatos estén en igualdad de condiciones al pasar de un peldaño a otro.

- Conciencia de los prejuicios. Algunas prácticas que se desarrollan en el entorno empresarial, como asumir que las mujeres no están dispuestas a aceptar trabajos que impliquen viajar por razones familiares, pueden causar el sesgo automático de género, y por tanto es importante tenerlas en cuenta y sobre todo, evitarlas.

Más allá de acabar con el techo de cristal
Sin olvidar la importancia de lograr la igualdad de género dentro del mercado laboral y acabar con el techo de cristal, existen otras razones por las que la inclusión de género debería ser motivo de preocupación por parte de las compañías. Entre ellas, las últimas investigaciones de McKinsey demuestran que las empresas que son más diversas superan financieramente a sus pares menos diversos. Incluso, y más allá del rendimiento económico, se hace referencia a la influencia de la diversidad en factores, tales como: la mejora del acceso al talento, la mejora de la toma de decisiones, la profundidad del conocimiento del consumidor y un mayor compromiso de los empleados.