Anonymous Catalonia entra en el juicio de los políticos presos
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El CNI ha alertado de un intento de hackeo a miembros del Supremo, entre los que se encuentran los jueces y fiscales del juicio del 1-O, que juzgan a los políticos presos. Está intentando localizar a los culpables.
El Centro Nacional de Inteligencia CNI investiga si los hackers de Anonymous Catalonia han robado información sobre el juicio del 1-O.
Según se ha podido saber este fin de semana, el objetivo del hackeo han sido los correos electrónicos corporativos de los jueces, con el dominio del Poder Judicial. También se han identificado tentativas de acceder a las cuentas privadas de varios de los magistrados, cuestión que preocupa más a efectos de seguridad, ya que, para localizar esas cuentas, se requiere una intensa labor previa de rastreo de los correos particulares. Según las investigaciones, los piratas informáticos querían conocer el contenido de sus conversaciones personales, entre ellos o con terceros y obtener así información sensible.
La actuación de los hackers se ha desarrollado de forma masiva y a gran escala. Además de intentar acceder a los 'e-mails' de Marchena y el resto del tribunal, han centrado su atención en los mensajes intercambiados por los fiscales del juicio: Javier Zaragoza, Consuelo Madrigal, Jaime Moreno y Javier Cadena.
El pasado miércoles, la cuenta de Anonymous Catalonia publicó un mensaje en el que se jactaba de un "problema de seguridad" en los correos de los jueces, pero también en sus tuits llega a reconocer que no conocen el contenido de la sentencia que se está preparando contra los políticos catalanes. “ Nos gustaría decir que la sentencia no está escrita, pero no lo podemos saber, ya que Marchena no usa su cuenta profesional para eso, no hay NI UNA SOLA referencia a la causa 20907/2017 en todo su correo... (que cada uno haga sus deducciones)”, dicen en un tuit.
La preocupación por la actuación de los hackers, cuyo origen e intenciones está siendo investigados por los agentes del CNI, radica en que “el ataque se produce en un momento especialmente sensible del procedimiento penal por rebelión, cuando ya ha concluido la vista oral y han comenzado las deliberaciones entre los miembros del tribunal”, explica Europa Press.
Los servicios de inteligencia alertaron al Tribunal Supremo y ya han implementado medidas de seguridad para proteger las comunicaciones privadas de los jueces que están deliberando la sentencia de los líderes independentistas del 1-O.
