Los ciberataques quitan el sueño a la alta dirección

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La sobrerregulación, el terrorismo, la incertidumbre geopolítica y los ciberataques se encuentran entre las cuestiones que quitan el sueño a la alta dirección de las empresas. La seguridad de la empresa ocupaba la décima posición el año pasado, y ahora es está en el cuarto puesto del ránking de preocupaciones de los directivos.

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El exceso de regulación vuelve a ser, una vez más, la principal preocupación para los presidentes y consejeros delegados de las empresas. No obstante, según la XXI edición de la Encuesta Mundial de CEOs de PwC, llama la atención cómo el terrorismo, la incertidumbre geopolítica y los ciberataques han escalado posiciones y se sitúan entre las cuatro principales cuestiones que les quitan el sueño, por delante de la falta de capacidades clave y de la velocidad de los cambios tecnológicos. Otros riesgos, tradicionalmente más vinculados a los negocios, como la volatilidad del tipo de cambio o el cambio de comportamiento de los consumidores pierden peso significativamente. En concreto, los ciberataques suben del décimo puesto en el que se encontraban en 2017, al cuarto en 2018.

Así, en 2017 en los puestos 2 y 3 figuraban como preocupaciones la incertidumbre económica y la volatilidad del tipo de cambio, que en la edición de este año están en las posiciones 11 y 10, respectivamente. El cambio de comportamiento de los consumidores ha pasado del 8 al 15.

Pese a estas preocupaciones, la encuesta de PwC, que se ha realizado a partir de 1.293 entrevistas realizadas en 85 países, revela un optimismo generalizado por parte de los máximos directivos de empresas en todo el mundo que, además, se ha visto incrementado sobre los resultados de la anterior edición. El 57% (28 puntos más que el año pasado) a nivel mundial y el 63% (40 puntos por encima) de los españoles esperan una mejora de la coyuntura económica internacional en 2018.

Por otro lado, los máximos directivos se muestran divididos sobre los efectos del crecimiento económico. Mientras un 46% asegura que beneficiará a unos pocos, un 48% estima que su impacto será generalizado. En este sentido, una mayoría del 66% considera que los indicadores estrictamente financieros no son suficientes para medir la prosperidad y apuestan por un conjunto de métricas que incluya otros aspectos, como la calidad de vida.  

Finalmente, consideran que las principales disrupciones que afectarán a sus negocios durante los próximos cinco años son, por este orden, los cambios tecnológicos (inteligencia artificial, robótica y blockchain), los nuevos comportamientos del consumidor, los cambios en la regulación de su sector de actividad y el significativo aumento del número de competidores, tanto directos como indirectos.