No se puede poner precio al impacto humano que generan los datos

  • Opinión

Danny Allan, Veeam

Para Danny Allan, Chief Technology Officer en Veeam, es positivo pensar que podemos tener las respuestas a muchas de las preguntas aparentemente sin respuesta de la vida. Asegura que están ahí en los datos, pero que aún no las hemos encontrado.

En el sector de la tecnología se habla muy a menudo de cómo los datos pueden beneficiar a las empresas. Y con razón, porque los datos son posiblemente el activo más valioso que tiene una empresa. Sin embargo, no siempre hablamos lo suficiente de cómo los datos mejoran la vida de las personas. Cuando, en última instancia, este es su propósito.

Los resultados que los datos hacen posibles pueden tener un impacto humano real en una gama increíblemente amplia de escenarios. Los datos contribuyen a nuestra comprensión de la historia de la humanidad, ya sea descubriendo nuestra herencia familiar o comprendiendo mejor la vida de las personas y su historia. Un gran ejemplo de ello es una historia personal sobre cómo un grupo de buceadores técnicos y yo hemos podido resolver un misterio de la antigüedad utilizando datos. Datos que han estado disponibles durante mucho tiempo, pero que simplemente no habían sido analizados con herramientas lo suficientemente sofisticadas como para proporcionar las respuestas.

El misterio era el de un naufragio frente a Portsmouth, Maine, del que me enteré por un libro titulado Due to Enemy Action. Fue el último buque de guerra de la marina estadounidense hundido en el Océano Atlántico durante la Segunda Guerra Mundial, dos semanas antes de que terminara la guerra. Algunos de los 13 supervivientes afirmaron haber avistado un submarino alemán tras la explosión de su barco, pero la marina desestimó estos relatos, creyendo que no había submarinos operando tan cerca de la costa estadounidense en esta fase de la guerra. Nadie encontró nunca ese barco, así que mis amigos y yo iniciamos una audaz misión para hacerlo. Además de encontrar los restos, queríamos responder a la pregunta de si había sido torpedeado por un submarino alemán, hipótesis que las autoridades habían descartado como imposible. O bien, si se había hundido debido a la explosión de una caldera, hipótesis que habría tenido consecuencias trágicas para los ingenieros que trabajaban en el barco y los supervivientes de la tragedia.

Tras cinco años de búsqueda, encontramos el barco. También descubrimos que las calderas seguían intactas, pero que no había pruebas de que un torpedo hubiera impactado en la popa del barco. Esto ha tenido consecuencias que han cambiado la vida de las víctimas, los supervivientes y sus familias. Aunque esto me llena de orgullo, realmente pone de manifiesto el verdadero poder de los datos. Gran parte de los datos que utilizamos para encontrar los restos del naufragio ya habían sido recogidos. Ya existían. Teníamos toda la información que necesitábamos para encontrar los restos y determinar la verdadera razón de su desaparición. Lo que no había estado al alcance de quienes lo buscaron antes que nosotros era la nube y las herramientas avanzadas de análisis de datos. Los datos encontraron el barco y, afortunadamente, puedo contar la historia.

Los datos mejoran nuestro día a día

A un nivel más profundo, es positivo pensar que podemos tener las respuestas a muchas de las preguntas aparentemente sin respuesta de la vida. Están ahí, en los datos, las tenemos, pero aún no las hemos encontrado. En un plano más práctico, los datos nos están facilitando la vida, ayudándonos a conseguir más rápido y más logros cada día. La pandemia de la Covid-19 fue, por supuesto, un claro ejemplo de ello. Nos enfrentamos a un reto generacional que amenazaba toda nuestra forma de vida y nuestras estructuras socioeconómicas. No obstante, los datos en el sentido más amplio posible -si pensamos en los datos como correos electrónicos, videoconferencias, pagos digitales- permitieron a las empresas continuar con sus negocios y a las personas comunicarse.

Además, con la ayuda de herramientas de automatización más avanzadas, inteligencia artificial (IA) y soluciones de aprendizaje automático, los datos están aumentando nuestra capacidad cognitiva. La computación de alto rendimiento en la nube está permitiendo a los ingenieros de automoción y aviación utilizar la dinámica de fluidos computacional y las simulaciones para diseñar vehículos más rápidos, más aerodinámicos y con menor consumo de combustible. Por su parte, los diagnósticos clínicos avanzados están permitiendo a los médicos y a los profesionales de la salud diagnosticar y tratar enfermedades con más eficacia que nunca. Estos son sólo dos ejemplos de cómo los datos están contribuyendo positivamente a la sociedad humana y de que las posibilidades de lo que podemos hacer con ellos son infinitas.

Por eso, es tan importante que gestionemos y protejamos los datos que tenemos. Es un recurso inestimable para las empresas, un identificador único para nosotros como seres humanos y un recurso que crece en valor cada día. A medida que el volumen y el valor de los datos crece, también lo hacen las amenazas a su seguridad y privacidad. Por ello, cualquier organización que quiera aprovechar el enorme potencial que tienen los datos para transformar su organización o el servicio que prestan a los clientes debe invertir en una estrategia de Modern Data Protection. Al fin y al cabo, si hubiéramos perdido los datos que utilizamos para encontrar ese barco, habríamos perdido un trozo de historia, posiblemente para siempre.

Danny Allan, Chief Technology Officer, Veeam