PSD2 impulsa el interés de las empresas por la biometría
- Normativa
La segunda Directiva de Servicios de Pago, conocida por sus siglas inglesas PSD2, empezará a aplicarse al término de 2020, tras una prórroga autorizada por la Autoridad Bancaria Europea. Esta normativa, que incluye la Autenticación Reforzada de Clientes (SCA) para que los pagos online sean más seguros, está poniendo a la biometría en el punto de mira de muchas empresas.
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Los delitos por fraude crecen y para paliar este tipo de delitos, la PSD2 incluye un nuevo requerimiento regulatorio orientado a hacer que los pagos online sean más seguros, la Autenticación Reforzada de Clientes (SCA, según sus siglas en inglés). Desde el 31 de diciembre de 2020, el proceso de autenticación, para cumplir con las obligaciones de la SCA, deberá incluir, al menos, dos elementos de las tres categorías clave: conocimiento, posesión e inherencia. Como explica Marco Piña, director de Nuance Enterprise Iberia, “los requisitos de aplicación de la SCA afectan a la industria de pagos en su totalidad y, por tanto, a todas las entidades financieras, las cuales están obligadas a implementar la autenticación reforzada de clientes tanto en los accesos de sus clientes a través de Internet como en determinadas operativas”.
Según esta compañía, las empresas han aumentado considerablemente el interés por las tecnologías biométricas para la identificación y autenticación de clientes. “Incluso consideran que es la mejor opción para reforzar tanto la seguridad de sus sistemas como la de sus clientes. De hecho, la propia Autoridad Bancaria Europea recomienda el uso de biometría para cumplir con la PSD2 y proteger a los consumidores y empresas del fraude”, subraya.
Actualmente, los usuarios se han acostumbrado a la utilización de biometría como parte de su día a día, ya que la mayoría de los smartphones y tabletas del mercado incorporan la huella dactilar o el reconocimiento facial como parte de sus sistemas de seguridad. Esto hace que ya se trate de un área con la que están familiarizados y que lo asocien con una alternativa segura y atractiva frente a las contraseñas tradicionales. Así, la extensión del uso de esta tecnología a ámbitos como el bancario para, por ejemplo, los pagos online, no se percibirá tan ajena.
En palabras del directivo, las empresas necesitan encontrar el equilibrio entre optimizar la experiencia del cliente y maximizar la aceptación de las órdenes de pago auténticas, minimizar las pérdidas por fraude detectado mientras se reducen los falsos positivos al mínimo, y controlar los costes operativos. A su juicio, esta tecnología es la respuesta. “La biometría es el aliado perfecto para que estabilicen la balanza y cumplan con éxito con la PSD2, puesto que los consumidores se sienten cómodos con este tipo de identificación y dado que es capaz de minimizar la posibilidad de sufrir cualquier ataque, evaluando cientos de particularidades únicas del usuario y ofreciendo una mayor velocidad en el acceso a los dispositivos”, asegura.