El Parlamento Europeo aprueba la Directiva sobre los Derechos de Autor en Internet

  • Normativa

Por 348 votos a favor, 274 en contra y 36 abstenciones, se acaba de aprobar la nueva Directiva del Copyright, poniendo fin así la tramitación legislativa de la propuesta, iniciada en 2016. Queda sólo pendiente la adopción formal del texto por el Consejo de la UE de la polémica norma que ha recibido críticas por parte de numerosas asociaciones y colectivos.

RECOMENDADOS:

Tecnologías que dan al dato el protagonismo que merece (WEBINAR) 

Cinco retos de la innovación en cloud

Informe IT Trends 2019: La realidad digital de la empresa española

Mejores prácticas para implementar una plataforma ágil

Robo de credenciales: prioriza la seguridad de tus apps

Instalación de Redes WiFi y LAN en Hoteles

Tras la votación de hoy, los países miembros de la UE tendrán 24 meses para trasladar los cambios que implica esta norma a su legislación nacional, con la que Bruselas trata de “garantizar que Internet siga siendo un espacio en el que reine la libertad de expresión” y proteger los derechos de los autores, que podrán aumentar su remuneración frente a las plataformas de distribución, dice la Eurocámara en un comunicado. En él también reconoce que “YouTube, Facebook y Google News son algunas de los operadores que se verán directamente afectados por esta legislación”.

En este sentido, el impacto será importante ya que sigue incluyendo los dos puntos de la polémica, que antes eran los artículos 11 y 13, y que ahora son el 15 y el 17. En virtud de ellos, la Unión Europea pretende facilitar a los titulares de derechos, en especial los músicos, intérpretes y guionistas, así como a los editores de noticias, la negociación de acuerdos más ventajosos de remuneración por el uso de sus obras en plataformas de Internet y, para ello, las plataformas serán directamente responsables del contenido que alojen. Asimismo, los editores tendrán automáticamente el derecho de negociar en nombre de sus periodistas con los agregadores por la publicación de sus productos.

Por tanto, las plataformas online y los agregadores serán responsables de las infracciones de los derechos de autor cometidas en los mismos, lo que la práctica implica que deberán pagar al titular de los derechos por el material protegido por derechos de autor distribuyan por lo que, para evitarlo, deberán establecer medidas de control.

Hay excepciones: la norma especifica que las contribuciones a enciclopedias en línea sin objeto comercial, como Wikipedia, o a plataformas de software de código abierto, como GitHub, quedan exentas. Además, quedan excluidos algunos contenidos, como memes y GIF (la subida a la red de obras protegidas con objeto de citar, criticar, reseñar, caricaturizar, parodiar o imitar queda protegida), así como las empresas emergentes, por su parte, estarán sujetas a requisitos menos estrictos que las grandes compañías.

Con estas medidas, Bruselas insiste en que “los autores e intérpretes podrán reclamar una remuneración adicional al distribuidor que explota sus derechos cuando el acuerdo original les reporte unos ingresos desproporcionadamente bajos en comparación con los beneficios que obtiene el distribuidor”.

Mientras, sus detractores dicen que atenta contra los derechos de los ciudadanos en Internet y que puede frenar la innovación en la red, así como el desarrollo de empresas emergentes.