Cifrado por hardware para dispositivos externos en educación
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En un sector cada vez más volcado en la tecnología y con manejo de datos sensibles, lo que lo convierte en objetivo de ciberataques, es inevitable el uso de dispositivos externos que se conectan a la red, desde tablets hasta memorias USB, por lo que el cifrado por hardware puede mejorar la postura de ciberseguridad.
Una medida habitual de ciberseguridad en los entornos corporativos es el bloqueo de los puertos USB para eliminar ese potencial vector de ataque. Una medida lógica y sencilla de implementar, aunque quizá no sea una buena noticia para fabricantes de memorias flash como Kingston. No en vano, la compañía ha mejorado la seguridad que ofrece; por ejemplo, su SSD externo IronKey Vault Privacy 80 incorpora un cifrado por hardware independiente del sistema operativo.
Por ello la compañía se ha volcado en destacar la capacidad, y la importancia, del cifrado por hardware. Y lo hace poniendo como modelo un sector, el educativo, que se ha convertido en objetivo de ciberataques en los últimos años por su rápida digitalización y la sensibilidad de los datos que maneja. Y en el que, además, es habitual la conexión de dispositivos externos a la red educativa.
La principal ventaja que destaca Kingston de este tipo de cifrado es su capacidad para que los datos sean ilegibles incluso si son robados, reduciendo considerablemente el riesgo fuera del perímetro educativo. También considera que es una medida proactiva de ciberseguridad que ayuda con el cumplimiento normativo, además de transmitir “un mensaje claro de responsabilidad y compromiso con la privacidad”.
Para Jordi García, Iberia team leader de Kingston, “el cifrado por hardware no es solo una medida técnica, sino un compromiso con la privacidad y la protección de la información. En Kingston trabajamos para que las instituciones cuenten con soluciones de almacenamiento seguras que integren cifrado avanzado, brindando así una barrera robusta contra las amenazas digitales”.