Evolución de la ciberseguridad hasta 2026

Ya hemos visto las primeras predicciones de tendencias de ciberseguridad para 2024. CyberArk también presenta las conclusiones de sus analistas para el año que viene. Pero ha ido un paso más allá y plantea también algunas de sus predicciones para el año 2025 y el 2026. Veamos cuáles son sus principales conclusiones.

En 2024 crecerá el uso de la autenticación multifactor, por lo que el secuestro de sesiones se pondrá por delante del tradicional robo de credenciales. CuberArk estima que el secuestro de sesiones representará el 40% de todos los ciberataques el año que viene. Ahora bien, las empresas que no den el paso a la autenticación multifactor seguirán sufriendo el robo de credenciales: un 30% experimentará un aumento de las filtraciones de datos por ello.

Por otro lado, el 55% de las empresas simplificará la seguridad gracias a la consolidación de la tecnología. La mayor parte de compañías tiene sistemas informáticos y de seguridad demasiado complejos para poder gestionarlos fácilmente, lo que llevará a una consolidación de la tecnología para simplificar operaciones y maximizar recursos.

Para 2025 la compañía da dos claves. Pese a la adopción generalizada de la IA generativa en los sistemas de protección, el 80% no protegerá los propios modelos de seguridad basados en la inteligencia artificial, lo que aumentará el riesgo. Por otro lado, aumentará la transparencia: el 60% de los CISOs defenderá prácticas de divulgación transparentes y rápidas.

Y en 2026 el 45% de las empresas Fortune 500 buscarán un director de seguridad específico para la IA para la gestión de riesgos y la defensa de los modelos de seguridad basados en IA. Los requisitos normativos serán más exigentes con la protección de datos y la divulgación, con multas más elevadas, lo que afectará al 60% de las organizaciones.

Por último, CyberArk espera que para 2026 las grandes potencias del mundo presionarán para que se establezca una Convención de Ginebra sobre Ciberseguridad, movidas por la creciente sofisticación de los ataques Estado-nación y la preocupación por una escalada que eventualmente lleve de nuevo a la guerra convencional.