Los índices de fraude crecen a medida que aumenta el uso de canales digitales

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El uso de los canales digitales va en aumento y, al mismo tiempo, se eleva el número de intentos de estafas. Eso preocupa a los consumidores y también a las empresas. Ocho de cada diez ya considera una prioridad la gestión del fraude,

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Las transacciones online aumentaron un 20% desde que comenzó la pandemia de Covid-19, según el informe Global Identity & Fraud Report de Experian, realizado a partir de la opinión de 2.700 empresas y 9.000 consumidores de diez países, entre ellos España.

Además, el auge de los canales digitales se va a mantener en el tiempo. Por ejemplo los pedidos de comida a domicilio y las compras de alimentacion online han disminuido ligeramente desde septiembre, pero sigue siendo un 20% mayor que antes de la crisis; y la compra de ropa, electrónica, belleza y bienestar también tienen muestran una tendencia al alza.

Al tiempo que crece el uso de los canales digitales y de las operaciones online, el informe de Experian desvela que dos de cada tres empresas muestran una mayor preocupación por el nivel general de fraude. Los índices de fraude están actualmente en aumento, aunque los consumidores quieren experiencias seguras. En este sentido, por cuarto año consecutivo, los consumidores citaron la seguridad como el aspecto más importante de su experiencia digital, con más de la mitad (55%) destacando que es su principal prioridad. Por su parte, las empresas han tomado nota y están intensificando esfuerzos para garantizar esa seguridad. En este sentido, ocho de cada diez compañías consideran la gestión del fraude como una prioridad dentro de la empresa, según el último informe de fraude en la región de EMEA de esta firma.

Para Rita Estévez, CEO y Market President de Experian España y Portugal, es fundamental que las empresas sepan distinguir correctamente a sus clientes de los defraudadores. “De lo contrario, no sólo están arriesgándose a sufrir pérdidas financieras, sino también a perder la confianza de los usuarios, un aspecto fundamental para el consumidor digital de hoy en día. Muchas empresas desconocen que pueden utilizar los mismos datos y herramientas para mejorar la seguridad y la detección del fraude sin perjudicar la experiencia del cliente”, sostiene.

No obstante, el informe también revela que, desde que comenzó la pandemia, los consumidores se sienten cada vez más cómodos y prefieren los métodos de seguridad tangibles y basados en el comportamiento. Por primera vez en cuatro años, las contraseñas no se encuentran entre los tres métodos seleccionados como más seguros para autenticar la identidad de los clientes. En su lugar, la biometría física (como el reconocimiento facial y las huellas dactilares), los códigos PIN enviados a los dispositivos móviles y el análisis del comportamiento (señales observadas pasivamente en los navegadores y dispositivos móviles que no requieren ningún esfuerzo por parte del consumidor) son los tres métodos preferidos por los consumidores de todo el mundo.