Detenidas 17 personas en una operación contra el fraude en el comercio online

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La Policía Nacional ha arrestado a los presuntos responsables de 66 transacciones fraudulentas por valor de casi 73.000 euros. En total, los detenidos son 17, fruto de una operación que enmarca en el 'e-COMM 2020', actuación contra el fraude coordinada desde el EC3, Centro Europeo de Cibercrimen de EUROPOL en la que han participado quince países.

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Agentes de la Policía Nacional han detenido en Madrid, Barcelona y Valencia a 17 personas durante el “e-COMM 2020”, plan de acción plan contra el fraude en comercio electrónico. Según explica el cuerpo de seguridad, los arrestados formaban parte de diversas estructuras delincuenciales dedicadas a la comisión de estafas a través de Internet, al realizar compras online en diversos comercios y plataformas de venta de segunda mano. En total, se les vincula con 66 transacciones ilícitas por valor de cerca de 73.000 euros. Realizaban transferencias fraudulentas y utilizaban tarjetas de crédito comprometidas para formalizar las compras, que posteriormente eran entregadas a través de una red de las denominadas “mulas de paquetería”.

La operación policial se enmarca dentro de la actuación denominada “e-COMM 2020”, coordinada por EUROPOL a través de su Centro Europeo de Cibercrimen (EC3), y ha contado con la colaboración del Merchant Risk Council y de las autoridades policiales de Alemania, Austria, Colombia, Croacia, España, Estados Unidos, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Malta, Macedonia del Norte, Polonia, Portugal y Rumania.

El fraude en compras online es considerado una actividad delictiva de bajo riesgo y alta rentabilidad para el crimen organizado. A tenor de los datos que maneja EUROPOL y las autoridades policiales de los diferentes países, actualmente la forma de operar sigue los siguientes patrones.

Primero los delincuentes consiguen las numeraciones de tarjetas bancarias, a través de diversos medios como portales o foros de Internet donde se ofertan y compran, darknet, mediante malware o ataques de phishing. Principalmente, el origen de las tarjetas es extranjero, con la finalidad de evitar los controles de seguridad establecidos en cada país que suelen ser más estrictos para las tarjetas nacionales.

Estas numeraciones de las tarjetas se utilizan a través de Internet para llevar a cabo compras en diversas páginas web, principalmente de artículos de electrónica consumo y ropa.