La obligatoriedad del registro de la jornada laboral, oportunidad para la biometría vocal

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La biometría de voz quiere su trozo de la tarta en la oportunidad que abre la norma que regula el registro de la jornada laboral, que están obligadas a cumplir las empresas a partir del 12 de mayo. Uno de los referentes en este mercado nos habla de las razones para elegir esta opción: los ahorros en hardware y mantenimiento, y la reducción del fraude interno.

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Las empresas españolas estarán obligadas a poner en marcha a partir del 12 de mayo el registro de la jornada laboral de sus empleados. Dicho registro debe recoger el inicio y final de la jornada laboral de cada empleado, al igual que las incidencias que surjan durante dicho periodo.

Y esto, desde el punto de vista de la tecnología, puede ser una oportunidad de negocio para la biometría de voz, sobre todo porque gracias a esta tecnología las empresas podrán reducir sus costes. Biometric Vox hace un análisis de las áreas en las que se percibe esta reducción.

- No necesita de dispositivos adicionales: la biometría de voz no utiliza hardware adicional y esto se traduce en una reducción de costes directa. Por ejemplo, otras biometrías como la lectura de las huellas dactilares sí necesitan instalar un lector preparado para el escaneo del cuerpo humano. En el caso de la biometría vocal, únicamente es necesario un micrófono, disponible de serie en prácticamente todos los dispositivos móviles u ordenadores de hoy en día.

- No necesita mantenimiento de hardware: las técnicas de identificación tradicionales, como el uso de tarjetas o llaves, conllevan unos costes de mantenimiento periódico, sobre todo en casos de pérdida, robo o deterioro. Aunque el desembolso inicial de estos sistemas no tiene por qué ser muy elevado, la factura total se dispara con el paso de los años cuando se suman todos estos gastos. En el caso de la biometría vocal, por el contrario, una vez que el sistema se encuentra funcionando el coste de mantenimiento es muy reducido.

- Reduce el fraude interno y el absentismo laboral: la suplantación de identidad entre los miembros del equipo de trabajo es uno de los fraudes que más cuestan a empresas y organismos públicos, y es un incidente habitual en sistemas de control, por ejemplo, de tarjetas físicas contra un lector. Este tipo de fraude provoca que la empresa acabe remunerando al empleado por horas que realmente no ha realizado, con las consiguientes pérdidas económicas. El uso de la biometría para el control de horarios de los empleados, ayuda de forma definitiva a prevenir el problema de este tipo de fraude y el absentismo laboral.