La Comisión Europea financia un proyecto de criptografía funcional

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El proyecto FENTEC (Functional ENcryption TEChnologies) cuenta con un presupuesto de 4 millones de euros y tiene como fin que se puedan compartir datos de forma segura a través de redes no seguras.

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El proyecto FENTEC en el que trabaja un grupo de nueve empresas e instituciones europeas, permitirá a los usuarios compartir datos de forma segura a través de una red no segura o no confiable. Tiene una duración de tres años y está financiado por la Comisión Europea dentro del proyecto Horizonte 2020, el Programa Marco Europeo de Investigación e Innovación.

Hasta la llegada de la clave pública de cifrado, el método más común para compartir datos de forma segura era establecer una contraseña secreta entre los usuarios. Este método puede funcionar para pequeñas organizaciones o PYMES, pero resulta inviable para redes más grandes como las actuales.

La clave pública de encriptación es una tecnología muy desarrollada que se usa habitualmente para construir soluciones de comunicación web, cifrado de disco y distribución de parches de software. Sin embargo, el acceso controlado criptográficamente a los datos o al programa que gestiona los datos no era posible hasta ahora. Esta barrera que se resuelve con el Cifrado Funcional, un nuevo modelo de sistemas de encriptación.

El objetivo de esta iniciativa es desarrollar el cifrado funcional como una alternativa eficiente al enfoque tradicional del cifrado (todo o nada), permitiendo vistas parciales de los datos encriptados y mejorando la seguridad de los sistemas. En el proyecto trabaja un equipo multidisciplinar de criptógrafos, expertos en software, especialistas en hardware y representantes de la industria de TI, con el objetivo de desarrollar sistemas de cifrado funcionales eficientes e innovadores, capaces de adaptarse a un amplio espectro de escenarios.

La seguridad, eficiencia, expresividad y versatilidad de este nuevo enfoque se demostrará en tres casos de uso, el primero es la Moneda digital, para preservar la privacidad, aplicando modelos de auditoría flexibles. El segundo abordará el Análisis anónimo de datos, que permite el cálculo de estadísticas sobre datos encriptados, protegiendo los derechos fundamentales europeos de protección de datos y privacidad. El último se basa en el procesamiento resistente a la pérdida de datos de los dispositivos de Internet de las Cosas (IoT).

El proyecto comenzó en enero de 2018 y reúne en un consorcio, coordinado por Atos, a diferentes organizaciones europeas: Ecole Normale Superieure, de Francia, Hochschule Flensburg, de Alemania; Katholieke Universiteit Leuven, de Bélgica, Universidad de Helsinki, de Finlandia, Nagravision, de Suiza, XLAB, de Eslovenia; Universidad de Edimburgo, de Reino Unido, y Wallix, de Francia.