La ciberseguridad, aspecto clave en la digitalización de las firmas energéticas
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Un estudio de EY encuentra que saber gestionar los riesgos relacionados con la ciberseguridad, con la evolución de sus modelos de negocio o adaptarse a los cambios regulatorios, será clave para que las compañías puedan evolucionar hacia un modelo más limpio, descentralizado y digital.
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El informe Power & Utilities Risk Pulse Survey de EY señala como primer riesgo para el 80% de los ejecutivos del sector encuestados la interrupción de las operaciones por ciberataques o desastres naturales. En lo que se refiere a ciberseguridad, además, se muestran preocupados por el hecho de que las tecnologías digitales y los servicios de datos están ampliando el campo de acción para los ciberdelincuentes en todo el entorno de las compañías del sector.
Como segundo riesgo, el 53% de los encuestados en el informe apunta a los cambios regulatorios o de tarifas que afectan a la recuperación del coste de los activos. Además, el sector eléctrico está experimentando la entrada de nuevos agentes que hasta ahora no eran relevantes. Por ejemplo, empresas de generación distribuida, es decir, paneles fotovoltaicos u otras fuentes de generación conectadas directamente a la red de distribución de media o baja tensión. Y este es el tercer riesgo al que se enfrentan las compañías energéticas: la generación distribuida así como las baterías de almacenamiento, aún en ciernes, que podrían llegar a ser una posibilidad real en el futuro. El 69% de los encuestados es consciente de este riesgo y lo identifica como tal.
El sector energético no puede permanecer ajeno a la regulación energética y ambiental. En este sentido, es estudio dice que “la incertidumbre actual en torno a la política medioambiental, la fijación de precios del carbono y las exigencias regulatorias consumen recursos muy valiosos y limitan la efectividad en la planificación a largo plazo de las compañías”. Y, por último, el 72% de los encuestados señala los cambios en las expectativas de los clientes como uno de los principales preocupaciones ya que, como en el resto de sectores, el sector de las utilities no es ajeno a la importancia de conocer lo que demandan y satisfacerlo.
Respuesta a los desafíos
El informe señala que los retos serán cada vez mayores, por lo que “deberán responder de forma estratégica a estos desafíos si quieren ser capaces de desarrollar modelos comerciales innovadores de éxito. Las mejoras en agilidad y capacidad de recuperación (o resiliencia) ante los desastres naturales resultarán críticas, ya que la frecuencia de éstos aumentará”, señala.
La gestión eficaz del riesgo comienza en la dirección de la compañía y establecer una cultura de riesgo con un claro liderazgo será clave para responder a los riesgos. Es fundamental que exista una supervisión y una rendición de cuentas adecuada tanto a nivel directivo como ejecutivo. Los líderes deben establecer una comunicación y unas directrices claras, y dar un buen ejemplo al crear conciencia de que los riesgos son responsabilidad de todos.
En segundo lugar, el rápido aumento y la evolución de los DER, las redes digitales y la tecnología generan oportunidades atractivas para que las utilities exploren nuevas fuentes de ingresos y desarrollen modelos comerciales sostenibles. Las compañías deben equilibrar estas oportunidades con sus riesgos asociados para poder encarar con éxito el futuro.
Adoptar un modelo integrado y ágil en tres líneas de defensa, será clave. La confusión en torno a las funciones y responsabilidades puede contribuir a que la gestión de riesgos sea menos eficaz. Como resultado, la inversión que las empresas del sector están dedicando para monitorizar riesgos es asombrosa. La integración, el alineamiento y la coordinación de las tres líneas de defensa son tres factores que suponen una oportunidad para que las utilities mejoren la eficacia, la eficiencia y la coordinación de los recursos de toda la empresa.
Hay que ser conscientes, por otro lado, de que hay que administrar el riesgo, no el compliance. La gestión del compliance no es gestión de riesgos. Sin embargo, la gestión eficaz de los riesgos permite a las empresas responder más rápidamente a las normativas cambiantes y demostrar su nivel de compromiso regulatorio.
Y como en todos los sectores, en el energético hay que centrarse en innovación más todavía, según el informe. Un marco de gestión de riesgos más ágil permite a las empresas de servicios energéticos evolucionar y mejorar con el tiempo, responder a las circunstancias cambiantes y aprovechar las oportunidades de reducir costes que representan las inversiones en innovación tecnológica.