El fraude de identidad crece, con cerca de 175.000 casos en 2017
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En lugar de un incremento de las aplicaciones fraudulentas para tarjetas y cuentas bancarias, en 2017 los estafadores se reorientaron hacia productos más accesibles, como contratos de telefonía móvil, cuentas de tiendas online, préstamos de crédito retail y préstamos a corto plazo.
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Cifas ha publicado una nueva edición de su informe anual Fraudscape, que identifica y detalla las tendencias de fraude registradas en 2017. Los datos, recabados de 306 organizaciones consultadas, señalan que, aunque ha habido una caída general del 6% en los casos registrados por los miembros de Cifas, se han registrado aumentos en algunas áreas.
De acuerdo con el estudio, el número de fraudes de identidad aumentó una vez más en 2017, con 174.523 casos registrados. Aunque esto fue solo un aumento del 1% en comparación con 2016, representa un aumento del 125% en comparación con hace 10 años. La diferencia de este año, en comparación con años anteriores, es que el aumento no se debe al incremento de las aplicaciones fraudulentas para tarjetas y cuentas bancarias, que suelen ser los productos más frecuentemente atacados por estafadores de identidad, sino debido a la focalización en otros sectores como telecomunicaciones, retail online y seguros.
Esta "reorientación" de los estafadores de identidad puede verse como un cambio hacia productos más accesibles, como contratos de telefonía móvil, cuentas de tiendas online, préstamos de crédito retail y préstamos a corto plazo. De hecho, 8 de cada 10 aplicaciones fraudulentas se hicieron online.
También aumentó el año pasado la cantidad de mulas de dinero, individuos que permiten que su cuenta bancaria se use para facilitar el movimiento de fondos ilegales, como forma de lavado de dinero. Los delincuentes están apuntando a individuos online con la promesa de "dinero fácil", o alentados por un conocido a transferir fondos a cambio de un pago.
En 2017, los miembros de Cifas identificaron casi un 11% más de cuentas bancarias que llevan el sello distintivo de la actividad de la mula de dinero, superando los 32.000 casos. Los delincuentes continúan centrándose en las personas más jóvenes: hubo un crecimiento del 27% en el número de personas de entre 14 y 24 años que se han identificado como responsables de este tipo de fraude.
Los hallazgos también revelan que más de un tercio de las víctimas de sustracción de cuentas bancarias tenían más de 60 años, por lo que la edad es una consideración clave para los ciberdelicuentes cuando fijan su objetivo.