Las aplicaciones maliciosas para Android suman 350 a la hora
- Vulnerabilidades
Según el índice Statcounter, el 72% de los smartphones de todo el mundo usan Android, aunque esta cifra es muy superior en nuestro país, donde el año pasado nueve de cada diez smartphones vendidos llevaban instalado el sistema operativo de Google.
En este sentido, en el primer trimestre de 2017, los expertos de G DATA registraron más de 750.000 nuevas apps maliciosas para este entorno. Las actualizaciones, que en muchos fabricantes se ofrecen con retraso (o directamente nunca llegan) complican el panorama de la seguridad en el parque móvil mundial.
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Según explica Tim Berghoff, experto en ciberseguridad de G DATA Software, “vivimos permanentemente conectados gracias a nuestros dispositivos móviles, y actividades tan delicadas como la banca y las compras online las realizamos ya desde nuestros smartphones. Además, el grado de amenaza cada vez es más preocupante, pues al crecimiento vertiginoso del número de apps maliciosas se añade el asunto de las actualizaciones de Android, que dependen de demasiados condicionantes para que lleguen al usuario en los tiempos adecuados”, comenta.
Los expertos de G Data, además, alertan de que esa cifra de amenazas del primer trimestre se irá incrementando a lo largo del año y pronostican que, a finales de 2017, verán la luz más de 3,5 millones de nuevas amenazas, una cifra superior a los más de más de 3,24 millones de nuevas apps maliciosas durante 2016.
Por eso, aparte de utilizar una solución de seguridad, que hoy en día resulta tan imprescindible como en los ordenadores personales, el sistema operativo de los terminales móviles, así como las propias apps, deben estar siempre completamente actualizadas. No hacerlo es facilitar enormemente la tarea de los cibercriminales. Sin embargo, la compañía confirma que todavía son muchos los dispositivos que no se encuentran convenientemente parcheados, por lo que la gestión de las actualizaciones constituye un problema de seguridad adicional para los usuarios que puede afectar tanto a su vida privada como profesional.