El ransomware y los criptomineros muestran una creciente sofisticación

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Las dos principales detecciones de malware en los consumidores continúan siendo el adware y los criptomineros, respectivamente, mientras que los mineros lideran las detecciones realizadas entre los usuarios corporativos en el segundo trimestre.

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Malwarebytes ha publicado su informe trimestral del ciberamenazas, correspondiente al segundo trimestre, que muestra que, siguiendo la tendencia del trimestre anterior, los criptomineros siguen encabezando la lista de detecciones, el ransomware continúa evolucionando a través de la experimentación, y los exploits han registrado un repunte pequeño pero significativo.

En casi todas las categorías de malware detectadas en empresas y consumidores se ha visto una disminución en el volumen. Si embargo este descenso en la cantidad se ve compensado por la calidad del malware detectado. Las dos principales detecciones de malware en los consumidores continúan siendo el adware y los criptomineros, respectivamente, mientras que los mineros lideran las detecciones realizadas entre los usuarios corporativos en el segundo trimestre.

El spyware empresarial, que registró un fuerte primer trimestre, experimentó un descenso del 40%, colocándose en el quinto puesto en volumen de amenazas, mientras que los troyanos bancarios se mantuvieron estables en la posición número dos, a pesar de que las detecciones cayeron casi un 50%. Mientras tanto, los backdoors se dispararon tanto en el lado de los consumidores como en el de las empresas, y las detecciones entre los consumidores aumentaron un 442%.

Los nuevos desarrollos en ransomware y criptominería impulsaron el mercado en el segundo trimestre, en el que los ataques mostraron más sofisticación que en el trimestre anterior. La introducción del complejo malware VPNFilter, que dejó caer ataques de varias etapas contra cientos de miles de usuarios desprevenidos de pequeñas oficinas y consumidores, sacudió a la adormecida industria de ciberseguridad. Si bien los brotes de 2017, como WannaCry y NotPetya, no han sido igualados en términos de volumen de distribución e impacto, VPNFilter, SamSam y otras complejas campañas muestran que 2018 podría ser el año de los ataques dirigidos de mayor nivel.