El IC3 del FBI recibió más de 300.000 denuncias de ataques en 2017
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En total los afectados sufrieron 1.400 millones de dólares en pérdidas. Destacan los ataques BEC, cuyas víctimas reportaron pérdidas de más de 675 millones de dólares. También se recibieron 1.783 denuncias de ataques de ransomware, que supusieron pérdidas de más de 2,3 millones de dólares.
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El Centro de Denuncias contra el Crimen por Internet (IC3) del FBI ha publicado su último Informe, que destaca los tipos de ataques más comunes, así como algunas estadísticas importantes a tener en cuenta en 2018 y más allá. Desde su creación en 2000, el informe del IC3 ha registrado una media de 284.000 denuncias por año, alrededor de 800 por día. En 2017, registró un total de 301.580 de denuncias de ciberataques que supusieron 1.400 millones de dólares en pérdidas.
Un análisis en profundidad de las tendencias delictivas de Internet en 2017 pone foco en los ataques BEC (Business Email Compromise), que el IC3 describe como "una estafa sofisticada dirigida a negocios que a menudo trabajan con proveedores y / o empresas extranjeras y realizan regularmente pagos de transferencias electrónicas". En 2017, el sector inmobiliario fue objeto de fuertes ataques, con víctimas que informaron de pérdidas de más de 675 millones de dólares.
El ransomware también encabeza la lista de ataques de 2017. Las variantes recientes se han dirigido a organizaciones específicas y a sus empleados a través de técnicas como "spear phishing" e ingeniería social, haciendo que la capacitación del personal "sea una medida preventiva crítica", dice el IC3. También enfatiza que el FBI no respalda las demandas de rescate, argumentando que "pagar un rescate no garantiza que una organización recupere el acceso a sus datos; de hecho, algunas personas u organizaciones nunca recibieron claves de descifrado después de haber pagado". En 2017, el IC3 recibió 1.783 denuncias de ransomware, que supusieron pérdidas de más de 2,3 millones.
El informe también menciona el fraude de soporte técnico, un tipo de estafa donde los delincuentes brindan un soporte de cliente falso para obtener acceso a los dispositivos de la víctima, así como la extorsión, "cuando un criminal exige algo de valor a una víctima amenazando con daño físico o financiero o la liberación de datos confidenciales", según el IC3.
