Desarticulada una organización dedicada a la comisión de estafas mediante la técnica de vishing

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La Policía Nacional ha detenido a 16 personas, entre las que se encuentran los 5 presuntos autores materiales de las estafas, y ha identificado a 207 víctimas. Los principales investigados amenazaban a las víctimas con solicitar créditos a su nombre o incluso secuestrarlas, con el pretexto de disponer de todos sus datos.

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal que estafó más de 480.000 euros mediante vishing, utilizando las modalidades del “falso empleado” y el “bizum inverso”. Hay 16 personas detenidas, entre las que se encuentran los 5 presuntos autores materiales de las estafas -asentados en las localidades gaditanas de San Fernando y La Línea de la Concepción-, y han identificado a 207 víctimas.

Como resultado de los 8 registros practicados en distintos municipios de Cádiz, los agentes han intervenido 65.000 euros en criptoactivos, dinero en efectivo, numerosos dispositivos electrónicos, y diversos artículos de lujo, entre otros efectos. Hasta el momento, los agentes han detectado más de 85 cuentas bancarias que están siendo investigadas.

 

Alto grado de sofisticación

Además de disponer de una extensa red de mulas por todo el territorio nacional, la sofisticación de sus miembros residía, por un lado, en el cambio constante de los teléfonos utilizados para la comisión de las estafas. En este sentido, los agentes identificaron el empleo de, al menos, 83 líneas telefónicas diferentes con las que operaban casi a diario. Por otra parte, cambiaban periódicamente el lugar desde donde perpetraban las estafas, alquilando apartamentos vacacionales por temporadas.

Además, los principales investigados no dudaban en amenazar a las víctimas cuando no conseguían sus objetivos. En este sentido, les decían que conocían todos sus datos y que, de esa forma, podían solicitar créditos a su nombre e incluso secuestrarlas.

Una de las modalidades empleadas para la comisión de las estafas era la del “falso empleado”. Consiste en contactar telefónicamente con las víctimas haciéndose pasar por gestores del departamento de seguridad de sus entidades bancarias para, tras generar un clima de confianza con ellas, informarles falsamente de una intromisión en sus cuentas o de la detección de cargos fraudulentos en las mismas. A continuación, les indicaban los pasos a seguir -a través de la aplicación web de su entidad- para solventar el problema, si bien lo que hacían realmente era transferir dinero a otras cuentas creadas y controladas por los miembros de la organización, o autorizar compras a favor de los mismos.

La otra modalidad detectada es la del “bizum inverso”. En este caso, los investigados contactaban telefónicamente con la víctima para mostrar su interés en adquirir algún objeto que ésta anunciaba en plataformas de compraventa, así como su intención de realizar la reserva del mismo. La estafa se iniciaba cuando el estafador exponía la imposibilidad de realizar un bizum, por operar en banca de empresas, informando a la víctima de que era él quien debía realizar la petición de transferencia. Así, y tras inducirle a error, la víctima acababa aceptando una solicitud de bizum y enviando dinero bajo la creencia de estar recibiéndolo. Además, para dar mayor credibilidad al engaño, los investigados enviaban un sms simulando haber transferido el dinero desde la entidad bancaria correspondiente.