Decálogo de tendencias de ciberseguridad para 2025
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Junto a la inteligencia artificial, entre los principales factores que definirán el sector de la ciberseguridad identificados por Zscaler se encuentran elementos como la geopolítica, la microsegmentación basada en Zero Trust o la seguridad OT, que aparece ya en dos posiciones del top ten.
La ciberseguridad superará en 2025 retos como la resistencia al cambio o la adaptación a nuevas normativas, siempre y cuando las empresas sean capaces de adoptar un enfoque más proactivo y resiliente, apostando por la innovación tecnológica como un elemento imprescindible para reforzar sus estrategias de seguridad.
De las diez tendencias que propone Zscaler, la que marca la línea de todo lo demás es el “fin de la inercia en ciberseguridad”. El aumento de las amenazas y su complejidad impulsa la modernización de las infraestructuras y la búsqueda de mejores prácticas. Los equipos directivos han comprendido la importancia de tomar las riendas de la ciberseguridad y aportar por una postura de seguridad activa.
En esa línea, la compañía considera que la seguridad de OT será una prioridad estratégica, a medida que confluye con IT y sea necesario limitar los vectores de ataque. Así mismo, espera que se intensifiquen los ataques en OT y centros de datos, que pasarán a considerarse infraestructuras críticas. La microsegmentación basada en Zero Trust se impondrá para contener los daños de una intrusión, hasta el punto de convertirse en un estándar.
En Europa, regulaciones como NIS2 y DORA marcarán la evolución de la seguridad este año, funcionando como impulso para la innovación. La necesidad de fortalecer la capacidad de ciberresiliencia de todo el entorno europeo marco otras dos predicciones: el control del acceso a Internet y el flujo de datos dentro de fronteras nacionales y el aumento de tensiones globales y ataques cibernéticos en el terreno de la geopolítica.
Zscaler no se olvida de otros tres elementos que también han tenido un gran protagonismos este año: la inteligencia artificial, que seguirá usándose tanto en los sistemas de protección como en los ciberataques; la consolidación y optimización de la seguridad corporativa y el desarrollo de los servicios de seguridad gestionados.