Los expertos advierten de posibles riesgos de usar Cartera Digital Beta
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El pasado lunes José Luis Escrivá, ministro de Transformación Digital y de la Función Pública, presentó la aplicación Cartera Digital Beta, con el objetivo de controlar el acceso de los menores a páginas de contenidos no apropiados para ellos. Sin embargo, han sido numerosas las voces contrarias a esta iniciativa y desde Panda advierten de los riesgos que podría suponer su uso.
El gobierno ha anunciado que a finales del verano lanzará una app para evitar que los menores accedan a pornografía o páginas de juego online, Cartera Digital Beta. Tal y como explicó el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública de España, José Luis Escrivá, la aplicación permitirá a los internautas obtener unas credenciales digitales anónimas, si quieren acceder a contenidos “inapropiados para menores”.
Sin embargo, han sido numerosas las críticas recibidas por la iniciativa, tanto por su efecto solo en páginas con sede en España, como por el hecho de que este filtro puede ser evitado de manera sencilla con el uso de una VPN.
Pero, además, expertos de Panda Security han señalado que el uso de esta aplicación puede crear ciertos riesgos para los usuarios. Tal y como han explicado, el primero de ellos podría ser el robo de datos personales. Pese a que en el anuncio han explicado desde el ministerio que su uso garantiza el anonimato, los expertos estiman que los que accedan a estas páginas estarían dejando un mayor rastro de sus datos, una información que los grupos de cibercriminales buscan con ansia para llevar a cabo sus ciberataques y extorsiones.
Posibles riesgos del uso de la app
Para verificar la edad de los usuarios, la aplicación puede requerir información personal, como el nombre completo, fecha de nacimiento, dirección o número de documento de identidad. Por ello es fundamental que se garantice que esta información se almacena y procesa de manera segura para evitar filtraciones o robo de datos.
Por otra parte, existe el riesgo de que la información recopilada por la aplicación se acabe filtrando o se utilice con fines no autorizados, como el marketing digital o la venta de datos a terceros. Esto puede infringir la privacidad de los usuarios y exponerlos a posibles amenazas.
Igualmente, como ocurre con cualquier otra aplicación, el sistema de verificación de edad puede presentar vulnerabilidades que los ciberdelincuentes pueden explotar de miles de formas distintas, precisamente porque la naturaleza sensible de la información manejada por esta aplicación la convierte en un objetivo muy atractivo para los grupos organizados de cibercriminales.
De hecho, el uso de esta aplicación por parte de muchos usuarios provocaría la centralización de esos datos en un solo lugar, lo que incrementaría el riesgo de ciberataques y amplificaría las consecuencias de una posible brecha de seguridad.
Así, si alguien intercepta la identidad de los usuarios de la Cartera Digital Beta, podría utilizar esta información para la sextorsión u otros timos basados en el chantaje emocional, donde los ciberdelincuentes exigen pagos a cambio de no revelar información comprometedora.
Por último, cabe la posibilidad de que se cree un mercado negro de certificados, donde los menores de edad puedan comprar credenciales de acceso. En este escenario, los menores podrían robar las credenciales de familiares, como abuelos o padres, y luego venderlas a sus compañeros de colegio, o en el mercado negro.