Microsoft presenta su propuesta de ciberseguridad Iniciativa de Futuro Seguro
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La nueva iniciativa de la compañía reunirá a todas sus áreas para el desarrollo de nuevas herramientas de seguridad, basándose en tres pilares: el uso de la inteligencia artificial, los avances en ingeniería de software y la defensa de una mayor aplicación de los estándares internacionales.
La ciberseguridad cada vez está tomando más importancia como una de las bases de la estrategia tecnológica de Microsoft. La compañía presentó la semana pasada una nueva propuesta, bautizada como Iniciativa de Futuro Seguro (SFI, Secure Future Initiative), con la que espera dar respuesta a los crecientes retos que hay en ese ámbito, como demuestra el propio Informe de Defensa Digital de la compañía, según el que “los atacantes, con mayor poder de financiación, están innovando y respondiendo con prácticas más agresivas e incluso más sofisticadas que en el pasado”.
La Iniciativa de Futuro Seguro se basa en tres principios fundamentales. El primero de ellos, la ciberseguridad basada en IA, que ya forma parte del porfolio de productos de la compañía con Microsoft Secturity Copilot. La compañía, en todo caso, espera llevarla un paso más allá, creando con ella un ciberescudo para proteger a sus clientes, tanto privados como gubernamentales. De hecho, sus centros de Inteligencia de Amenazas (MSTIC) y de Análisis de Amenazas (MTAC) ya utilizan herramientas y técnicas avanzadas de IA para detectar y analizar amenazas y ciberataques.
El segundo principio es el de los avances en ingeniería de software, con los que la compañía espera crear un nuevo estándar de ciberseguridad que sea capaz de abarcar todas las fases de desarrollo de software, permitiendo “aplicar procesos sistemáticos para integrar continuamente la ciberseguridad contra los patrones de amenazas emergentes”. Entre otras cosas, en 2024 Microsoft proporcionará a sus clientes configuraciones predeterminadas más seguras para la autenticación multifactor (MFA).
Por último, la compañía considera que todo ello requiere un componente crítico: la defensa de una mayor aplicación de los estándares internacionales para proteger a los civiles de las amenazas cibernéticas. Si en la Convención de Ginebra de 2017 la compañía apostó por un conjunto de principios y estándares para el comportamiento en el ciberespacio, ahora cree que hay que hacer un esfuerzo más con objetivo de “unir a los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil para avanzar en la implementación más efectiva de los estándares internacionales que promueven la ciberseguridad”.