Los riesgos cibernéticos, a la cabeza en la lista de preocupaciones de la alta dirección

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La ciberseguridad es una de las grandes preocupaciones de los CEOs españoles porque, tras un año de severos incidentes, la ven como la principal amenaza para el crecimiento de sus compañías. Un informe de KPMG, que toma el pulso a sus expectativas, concluye que la vuelta a la normalidad se producirá entre finales de 2021 y 2022.

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Durante el confinamiento, la digitalización o el teletrabajo se ha convertido en la norma, lo que plantea nuevos riesgos asociados a ciberseguridad. Y de eso son consciente los primeros ejecutivos de las organizaciones, que sitúan los riesgos cibernéticos como la principal amenaza para el crecimiento de sus compañías en los próximos tres años, por delante de los relacionados con las regulaciones, la fiscalidad o la cadena de suministro.

Esta es una de las conclusiones de la de la encuesta ‘CEO Outlook Pulse Survey’, en la que han participado 500 consejeros delegados de empresas que facturan más de 500 millones de dólares al año de once mercados clave: Australia, Canadá, China, Francia, Alemania, la India, Italia, Japón, España, Reino Unido y Estados Unidos. Según los resultados, el 86% de los CEOs espera la vuelta a la normalidad entre finales de 2021 y 2022. La primera opción la barajan el 31%, mientras que la segunda, el 45%. Casi una cuarta parte de los primeros ejecutivos encuestados (24) aseguran que a raíz de la pandemia su modelo de negocio se ha transformado para siempre. De hecho, el 74% dice que la digitalización de las operaciones de la compañía se ha acelerado y la ciberseguridad es ahora una de sus principales preocupaciones.

En cuanto a las perspectivas empresariales y económicas de los CEOs a tres años, destaca que nueve de cada diez están planteándose solicitar a los empleados que les informen cuando hayan sido vacunados así como medidas de prevención adicionales en sus programas de regreso a las oficinas.

Factores que incluyen en la toma de decisiones
Sobre el regreso de los trabajadores a las oficinas, el 61% esperará a comprobar que el despliegue de las campañas de vacunación contra el coronavirus ha sido satisfactorio (más del 50% de la población vacunada) en mercados clave antes de tomar cualquier decisión. El 21% de los encuestados implantará medidas de precaución adicionales cuando los empleados puedan regresar de manera segura a sus lugares de trabajo, como pedir a los clientes y a todo aquel que visite sus instalaciones que les informen sobre su estado de vacunación.

Y aunque toca esperar a ver resultados de las compañías, a día de hoy es menos probable que los CEOs reduzcan el espacio físico de sus oficinas en comparación con hace seis meses. En este sentido, solo el 17% de los CEOs planea reducir el espacio de sus oficinas, frente al 69% que lo preveía en agosto de 2020. Este dato revela que o bien el tamaño de las oficinas ya se ha reducido o bien que a medida que la pandemia se ha prolongado, las estrategias han cambiado.

De lo que no cabe duda es que pierde fuelle la apuesta por el trabajo en remoto. El 30% de los directivos se plantea un modelo híbrido de trabajo, en el que la mayoría de los empleados teletrabajaría dos o tres días a la semana. El 21% de los encuestados se inclina por contratar recursos que trabajen predominantemente en remoto, lo que representa un cambio significativo respecto al año pasado (el 73% en 2020).

El estudio pone de manifiesto también que algunos CEOs han tomado medidas de calado durante la crisis para transformar su modelo operativo. En el caso de las empresas europeas, los denominados Fondos de Recuperación impulsarán estos procesos de transformación.

La pandemia también ha sido un catalizador para que los máximos directivos evalúen el papel que desempeñan sus empresas en la sociedad. Así, según el estudio, los factores ESG siguen escalando puestos en la agenda corporativa. Con la celebración de la COP26 este año y la reincorporación de Estados Unidos al Acuerdo de París, el 49% de los máximos directivos tiene previsto implantar prácticas ESG más rigurosas. El 89% consolidará los avances en sostenibilidad y cambio climático que sus empresas han alcanzado durante la pandemia, y la práctica totalidad (96%) potenciará el componente social de sus programas ESG.