Consejos para evitar las ciberamenazas ligadas al teletrabajo

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Una de cada tres empresas españolas sufrió, al menos, un ciberataque el año pasado. Por este motivo y coincidiendo con el Mes Europeo de la Ciberseguridad, IMF Institución Académica ha querido una serie de consejos para empresas y trabajadores en la actual situación de pandemia y teletrabajo, que surgen fruto de la reflexión de expertos de Deloitte, Incibe y Grupo Oesía, reunidos en una mesa redonda que moderó Manuel Carpio, docente del Máster de Ciberseguridad de la  escuela de negocios.

Los participantes coincidieron en que, durante la actual pandemia provocada por el coronavirus, la dependencia de la tecnología ha aumentado considerablemente, el teletrabajo se ha implantado en muchas compañías “de forma brusca” y “sin protocolos adecuados de seguridad”.

Durante el encuentro sostuvieron que la ciberseguridad es vista en numerosas ocasiones solo como una inversión de tiempo y dinero, sin tener en cuenta que el beneficio que produce y que las empresas deben hacer un esfuerzo por formar y educar a toda la plantilla en esta materia. En este sentido, subrayaron que el “desconocimiento inconsciente” de los empleados puede llevar a comprometer a toda la compañía e, incluso, llevarla a la quiebra.

Medidas a adoptar
Asimismo, entre las medidas contra las ciberamenazas que se deben tener en consideración, los expertos señalan la importancia de desarrollar un plan director de seguridad y poner en marcha uno de contingencia para garantizar la continuidad del negocio en caso de que se materialice algún tipo de ciberincidente.

Entre otras recomendaciones, destacan el uso de VPN para la conexión a los servidores del trabajo, mantener los sistemas operativos permanentemente actualizados y activados, tanto el cortafuegos como el antivirus, así como utilizar máquinas virtuales distintas para usos diferentes.

Por otro lado, apelaron al “sentido común” y a la “coherencia” a la hora de desconfiar de aquella información que llegue sin haberla solicitado previamente, como medida “sencilla pero clave” para evitar que un ciberataque pueda afectar a los sistemas.